Los actores más relevantes de los años 90

He abierto el cajón de mi memoria, etiquetado con las palabras Películas de los años 90, y me he encontrado ¡505!. En el recuerdo han quedado registradas más de quinientas películas que he visto, realizadas desde 1990 hasta finales del S.XX.

Lo más curioso es que al hacer un repaso, he visto actores que han hecho como mínimo una película por año en esta década, y que se hicieron famosos por diferentes aspectos, que no eran precisamente su talento artístico (bueno, alguno de ellos ya lo era desde hacía tiempo). 

Son los actores del cine postmoderno: más aventureros que hombres de oficina, más preparados para la acción que para la reflexión, más rebeldes que intelectuales, más polifacéticos que encasillados, más duros que románticos, o más "macho man" que buenos actores. ¿Sabéis de quién estoy hablando?. Pues ahora os los presento:

PREPARADOS, LISTOS, ¡ACCIÓN!

El cine de los 90 no se caracteriza por grandes dramas, ni típicos melodramas. La gente tenía ganas de acción, aventura, volver a ver thrillers con componentes psicológicos, sexuales y violentos, como en los 70. Y sobretodo, de huir de la realidad disfrutando del género por excelencia: la ciencia ficción, o las superproducciones de cine futurista. Hay que añadir que se pusieron de moda películas que conjuntaban superrealismo, cómic, videojuegos, diálogos absurdos e influencias de las series B. Y los dramas eróticos. 
Películas con muchos efectos visuales, montaje muy caros, y menos importancia de las interpretaciones. 

También hay un auge del cine independiente, del cual hablaré más adelante. 

Ahora entran en acción los actores más famosos de los años 90:

Bruce Willis

Uno de los actores de cine de acción más prolíficos y taquilleros de los 90, y uno de los mejor pagados de Hollywood de la década. Protagonista de la saga La jungla de Cristal, que lo encumbró como exponente de las películas de este género. La primera entrega fue en 1988, y en 1990 protagonizó La Jungla de Cristal 2, volviendo a hacer de lacónico y anticonvencional oficial de policía de Nueva York, John McClane, intentando evitar una catástrofe en el aeropuerto de Washington (Dulles), tomado por un grupo de militares terroristas, entre ellos el coronel Stuart (un secundario William Sadler), y salvar a los rehenes. Es acción pura, con grandes efectos especiales, grandes planos, mucha violencia, y el carácter impulsivo, atrevido, viviendo a tope, y sarcástico del protagonista, Bruce Willis. Posteriormente, se han hecho tres secuelas más, que personalmente no he tenido ocasión de ver.
Estamos en 2015, y se anuncia una próxima secuela. Aquí os dejo un enlace del nuevo filme.

Pensamientos mortalesEn 1991, protagonizó un thriller en el cual tenía un papel menos relevante, pero no menos pasado de rosca, Pensamientos mortales. Representaba un marido adicto a las drogas, borracho y maltratador, que según nos cuentan, es asesinado por la amiga de su esposa atemorizada. El inicio del film nos presenta a la presunta homicida, Cynthia (Demi Moore) explicando los hechos en comisaria, al detective (un gran actor, Harvey Keitel), mientras se van sucediendo flashbacks, desde que la esposa (interpretada por Glenne Headly) le pide ayuda a Cynthia para acabar con su marido, sin levantar sospechas; volviendo a comisaria, y dando otro paso al pasado, en el momento en que la amiga lo mata para defenderse de un intento de violación en el interior de una furgoneta con un cutter. Pero, ¿se sustenta la explicación de Cynthia? ¿Son pensamientos o es lo que pasó en realidad?¿Le cree el detective John?
Los flashbacks fueron muy utilizado a partir de los noventa. El ir hacia el pasado y volver al presente, de forma continua, se puso de moda en esta época. Algo muy onírico.
Es una película sin demasiada importancia, hecha para lucimiento de la Moore (que tampoco está en su mejor momento).
Persecución mortal

Y volvemos a ver al actor en acción en Persecución mortal (1993). Una mezcla de película de polis buenos y polis malos, líos de familia, y la búsqueda de un asesino psicópata de mujeres, que acaban flotando en el mar, con elementos de psico-thriller y acción que no acaba de cuajar. Hay ciertos aspectos inverosímiles en el film. Aparece Sarah Jessica Parker, haciendo de compañera policía y carne de cañón para el asesino de féminas. Por cierto, en esta película el actor es un "maverick" de Pittsburgh, para que nos entendamos: policía guardacostas.
La verdad es que cuando has visto a Willis en su jungla de cristal, esta película ya no te parece tan hiperactiva.
La muerte os sienta tan bien
Además de hacer básicamente cintas de acción o thrillers, Bruce Willis también ha intervenido como actor de reparto en algunas pésimas películas de humor negro. Una de ellas es La muerte os sienta tan bien, de 1992, que a pesar de tener un magnífico elenco, compuesto por Meryl Streep, Goldie Hawn y él mismo, llega a cansar. No sabes si es una comedia terrorífica, o un esperpento de humor negro, lleno de efectos visuales; o incluso, una farsa fantástica, donde los personajes se han asesinado entre ellos, pero siguen vivos, y les faltan partes de su cuerpo, y giran la cabeza 360º o se contorsionan como la goma de mascar. Y se pasan toda la película intentando aniquilarse, cuando de hecho están todos muertos. El argumento lo podéis encontrar aquí. Una mala elección para un actor con un caché muy alto.
Dos años después de este fiasco, vi El color de la noche (1994). Como os he explicado al principio, el cine de los años 90 volvió a recuperar los thrillers, pero les añadió un fuerte contenido sexual, con violencia explícita, y muchos psicópatas sueltos. 
El color de la noche

El erotismo dramático también se incluye en esta película, que si se hubiese planteado de otra forma, quizás no hubiese sido tan criticada. Algunos espectadores sólo la recordarán por el desnudo integral de la protagonista, la actriz inglesa Jane March (muy dada a enseñar su anatomía, como hizo en El Amante) y realizar prácticas sexuales sin tapujos. Por lo demás, es un psico-thriller con muchos asesinatos, sangre, pistas evidentes de quien es el asesino, mal desarrollada y peor interpretada. No vale la pena perder el tiempo en verla, a no ser que sea por morbo.
Pulp fiction

Ese mismo año Bruce Willis tuvo la gran suerte de ser uno de los escogidos para un papel de reparto en la gran película de Quentin Tarantino, Pulp Fiction (1994). Pulp Fiction ha pasado a ser una de las obras más notorias de la década, pero también del director, y quizás de un género nuevo: el tarantinismo. Películas ácidas, con muchos diálogos filosóficos, mezclados con violencia sádica, escenas dramáticas pero con humor negro, que no sabes si reir o gritar; personajes esperpénticos, arrolladores, y sexys. Y argumentos que nos recuerdan las películas de los años 70, con toques de cine negro, y estética kitsch. Una macedonia, que tuvo un éxito y que sigue teniendo en cada film de Quentin Tarantino. 

En Pulp Fiction el personaje más brillante es el de John Travolta, pero Bruce Willis recupera su papel de tipo duro, un boxeador muy violento, que traiciona a un capo de la droga, Marsellus Wallace, y tiene que huir de sus sicarios, por haberle robado y traicionado. 
Este rol le devolvió el prestigio que había perdido con sus últimas intervenciones en las anteriores películas que hemos analizado, y le hizo ganar un apariencia de actor rudo, con la potencia física de un Marlon Brando o Burt Lancaster.
12 monkeys
Después de este gran éxito, hizo otro papel estelar en la película dirigida por Terry Gilliam (componente del grupo británico Monty Phyton), Doce Monos (1995), un film de ciencia ficción o thriller futurista, que se basaba en un cortometraje francés de 1962, La Jetée (de Chris Marker). 

La trama transcurre en un futuro postapocalíptico, años después de que un virus contaminara la Tierra. Los supervivientes tuvieron que vivir en el subsuelo, y acatar normas restringidas. Jame Cole (Bruce Willis) es un criminal, que para poder liberarse y salir de ese mundo oscuro y dictatorial, se ofrece voluntario para viajar al pasado, y conseguir información sobre el grupo terrorista Los doce monos, que supuestamente fue el que liberó el virus mortal. Cuando viaja a ese pasado, lo toman por loco, y la psiquiatra Kathryn Railly (Madeleine Stowe, que además de guapa, la encuentro misteriosa y cautivadora) lo ingresa en un centro psiquiátrico. Allí conocerá a un paciente encerrado por esquizofrenia (una genial interpretación de Brad Pitt), y por sus obsesiones de protección a los animales. 

A partir de ese momento, ya es un contínuo de viajes en el tiempo, personajes que no saben si viven una realidad o todo es una locura, y amores imposibles por la diferencia de edad en el tiempo. Hay implícita una crítica a la sociedad de consumo, a las clases liberales y a la destrucción del planeta. En cierta manera, es más una obra filosófica que meramente de ciencia ficción. Es extraña y a veces un poco complicada, pero vale la pena no olvidarse de ella. 
El quinto elemento

Dos años después, siguiendo en la línea de las películas de ciencia ficción, con elementos atemporales y temáticas apocalípticas, o de destrucción de los planetas, Willis protagonizó el papel de un ex-soldado de unas fuerzas especiales, en un planeta desconocido del S. XXIII. También se le denomina Cyberpunk.
Es una cinta titulada El quinto elemento (1997), y dirigida por Luc Besson. Es una película entretenida, con efectos de sonido y de montaje muy atractivos. Al personaje de Bruce Willis, le acompaña el de la guapa modelo, Milla Jovovich haciendo de medio mujer, medio extraterrestre programada, y de Gary Oldman, que hace el papel más ingrato (es el malo, para variar). 
La crítica la valoró de forma positiva, y llegó a ganar varios premios César, entre ellos el de Mejor director para Besson. 

De la ciencia ficción, pasamos a una película de acción, The Jackal (1997), un remake fallido de la película Chacal, dirigida en 1973 por Fred Zinnemann. El thriller político que tuvo éxito en los años 70, en esta nueva versión pierde credibilidad. Posiblemente, Bruce Willis parece muy impostado, con pelo y rubio, haciendo de asesino despiadado y sin escrúpulos. 
Jackal

The Jackal cuenta con importantes actores, como Richard Gere, Sidney Poitier, Diane Venora y J.K. Simmons (ganador el pasado año del Oscar a Mejor actor secundario por Whiplash).

Sinceramente, la veo borrosa en mi recuerdo. Eso me suele pasar cuando algo no es importante, ni beneficioso, ni interesante. 
Mercury rising

Mercury Rising (1998) fue otro fracaso, ya que el argumento es una copia de otras películas donde un niño es testigo del asesinato de sus padre (Único testigo). Si a esto se le suma que el chaval es autista, y que tiene el poder de adivinar los códigos secretos de la CIA, con series de números, se forma un pastiche , que no te atrapa ni como thriller ni por su acción. De acuerdo que Bruce Willis aparece como el policía rebelde, que tiene que investigar porque asesinaron a los padres del niño, y vuelve a su rol de agente de la ley sin ley, pero carece del entusiasmo de las buenas películas de acción. Más bien, parece que nos quiera dar lástima el huérfano, superdotado y discapacitado. A veces por querer rizar el rizo, salen esperpentos como Mercury Rising. Aquí os dejo la ficha técnica.

Mientras se estrenaba Mercury Rising, los espectadores cinéfilos volvíamos a ver en cartelera a Bruce Willis, en la película Armaggedon (1998). Ahora tocaba volver a la ciencia ficción, después del fiasco del anterior thriller policíaco. 

Bruce Willis es el jefe de un comando de astronautas de la NASA, que se convierte en un héroe salvador del planeta Tierra. Efectos visuales, sonoros y de montaje destacan por encima de las interpretaciones. 
Armaggedon

El personaje que interpreta Willis tiene una hija (el papel lo realizó Liv Tyler, una guapa modelo, pero carente de dotes interpretativas), que está enamorada de un astronauta que está bajo el mando de su padre, el soso Ben Affleck. En medio de este romance, se avecina la catástrofe. Meteoritos que caen y el presagio de que uno de ellos impactará directamente sobre una zona de la tierra, hacen que los astronautas tengan que detenerlo, dirigiéndose en una nave hacia éste. Pero, los problemas aumentan, pues se dan cuenta que sólo lo destruirán si chocan directamente contra él, y en consecuencia, mueren.


El comandante en jefe, o sea, Bruce Willis, delante del amor de su hija hacia Ben Affleck, decide que él será el que se sacrificará para salvar a los terrestres. 
Su hija (Tyler) echa unas lágrimas de cocodrilo, pero se queda con su noviete insulso, y ahí se acaba todo. Sálvese quien pueda. Una mala elección y otro punto negativo en la carrera de Bruce.

¿Quién no recuerda la famosa frase "En ocasiones veo muertos"?
Hoy en día aún se repite, como un mantra, a veces para bromear, otras para recordar El sexto sentido (1999), película dirigida por el director medio indio M. Night Shyamalan, en la que el joven actor Haley Joel Osment la "sentencia", y que como os he comentado, fue la frase por excelencia mundialmente conocida, y sigue vigente en nuestro recuerdo cinematográfico.
El sexto sentido

El sexto sentido volvió a dar una gran popularidad a Bruce Willis, porque su papel se distanciaba de los típicos roles de polícía suicida, astronauta mesiánico, o asesino despiadado. Más bien su personaje pasa a ser un psicólogo clínico infantil, el Dr. Malcom Crowe, el cual tiene un pasado traumático -fue herido por un paciente trastocado en su propia casa, delante de su mujer, y que después se suicidó allí mismo-; un tiempo después de este grave suceso, su matrimonio ha perdido la chispa, hay una gran incomunicación entre ambos cónjuges (Olivia Williams es su esposa en la película) y él tiene que tratar a un niño preadolescente que tiene una manera de comportarse extraña: tiene miedos y puede sentir cosas o a personas, más allá de una realidad, como una especie de medium (una gran interpretación de Joel Osment, que fue nominado a los Oscars con tan solo 12 años). 

Entre Bruce Willis y Osment hay una gran complicidad en todo el metraje, llena de fragilidad y ansiedades por parte de ambos. Cuanto más avanza la trama, más te atrae ese halo de suspense, ese no saber bien bien a donde conducen los comportamientos de los protagonistas, sus diálogos, y su forma de actuar. Y ni siquiera puedes llegar a intuir el final (muy propio de cine de Shyamalan, que calbalga entre el cine de suspense y el terror metafísico). No puedo contar más, porque vale la pena verla hasta el final

Mi 7º sentido, como reza el título del blog, es mi pasión por el cine. Con la diferencia que MI BLOG ESTÁ VIVO.

Harrison Ford

Otro actor muy dado a las sagas cinematográficas, entre ellas la saga de los años 70 y 80 de La Guerra de las galaxias, es Harrison Ford. En Star Wars (trilogía) era Han Solo, un contrabadista, chulo, pistolero solitario y sardónico, de un planeta lejano, que acabaría siendo un capitán defensor de la alianza rebelde, y se casaría con la Princesa Leia.
Harrison Ford
Otra trilogía que lo convirtió en el actor más representivo del género de aventuras fue la de Indiana Jones, creada y dirigida por el gran Spielberg. Posiblemente, Harrison Ford se recordará en la historia del séptimo arte más como Indiana Jones que por otros papeles en películas de corte dramático. Creo que es un actor que por su físico y características de personalidad, le va la acción, la aventura, los personajes potentes, serios y poco dados a la comedia. 

Como nos interesa hablar del Harrison Ford de los años 90, cabe destacar que en esta década también se hace más patente su poderío en este tipo de personajes, con el papel de Jack Ryan, un marine, corredor de bolsa, y profesor de ingeniería naval, que acaba colaborando con la CIA, y que es el personaje principal de cinco películas, de las cuales en dos de ellas Harrison Ford será Jack Ryan. Filmes que me hicieron pasar unos ratos muy distraídos.  
juego de patriotas

Juego de patriotas (1992), dirigida por Phillip Noyce, es la segunda de la saga de Jack Ryan, basada en unos libros de Tom Clancy, en los que aparece como protagonista central. La primera fue La caza del Octubre Rojo (1990), en la que Jack Ryan, en esa ocasión, era Alec Baldwin (otro actor del que hablaremos más adelante). 

En Juego de patriotas, el ex agente de la CIA, Jack Ryan está pasando unos días de vacaciones en Londres, junto a su esposa (la actriz, Anne Archer) y su hija (Thora Birch), cuando se ve envuelto en un atentado por parte del IRA contra la familia real británica. 
Su intervención frustra los planes de los terroristas, y en la lucha, mata al hermano de uno de los cabecillas, Sean Miller, interpretado por Sean Bean (recientemente, se ha hecho famoso por su papel de Ed Stark en la serie Juego de Tronos).

A partir de este momento, el personaje de Sean Miller hará todo lo posible por vengar a su hermano muerto, creando un ambiente en el que estás en constante tensión, ya que Jack Ryan ha de vigilar por su familia, que también está en el punto de mira de los terroristas. La película tiene acción, contenido político, es un thriller dinámico, y posee credibilidad en las interpretaciones. 
Peligro inminente
Cuenta con grandes actores; a parte de Harrison Ford y Sean Bean, también aparece Samuel L. Jackson, Richard Harris, Polly Walker y James Fox.

En 1994, Jack Ryan vuelve al cine de la mano de Ford, en la película Peligro inminente (de Phillip Noyce). Ryan ya forma parte de la CIA, como agente numerario, en sustitución de su compañero Greer (James Earl Jones) que muere de cáncer. Otro caso para resolver, el del asesinato de un buen amigo del presidente de los Estados Unidos, un millonario envuelto en casos de corrupción y de tráfico de drogas con los cárteles colombianos. En esta web podéis ver la sinópsis
Es una cinta entretenida, de menor impacto que la anterior, pero no está falta de acción, buenos efectos visuales y, por supuesto, la naturalidad y atractivo del personaje de Harrison Ford.

Dejando atrás al Jack Ryan de las novelas de Tom Clancy, Harrison Ford retomó el papel de un agente de policía, que se las tiene que ver por segunda vez con un terrorista del IRA, en la película La sombra del diablo (1997). 
La sombra del diablo

Tom O´Meara (Harrison Ford) es un polícia de ascendencia irlandesa que acoge en su casa a un muchacho irlandés inmigrado, Rory Devaney, interpretado por Brad Pitt. Lo que no sabe el policía es que ha dado cobijo a uno de los terroristas más buscado en Gran Bretaña. 

Es un thriller bien conjuntado, con la astucia de los dos actores, Harrison Ford y Brad Pitt, que a pesar de haber entablado una buena relación, no pueden dejar de ser quien son, y cuando se desvela la cruel verdad, no hay amigos que valgan. 


Air Force One (1993) es una película en la que Harrison Ford pasa a ser el presidente de los Estados Unidos. No tenía suficiente con ser un agente de la CIA, quería llegar a la presidencia, y obtuvo este papel, de manos del director, Wolfgang Petersen. Su presencia, sus muecas que le arrugan el ceño, como si se tratase de su propia experiencia personal, le hacen ser uno de los mejores actores de esta década (y sigue estando entre nosotros), y de los más taquilleros (mucho más que Bruce Willis).
Bueno, pue Air Force One es un thriller con terroristas, secuestro, intimidación, y mucha pelea, y todo sucede en el interior del avión donde viaja el presidente,  la vicepresidenta (Glenn Close), sus guardasespaldas y su esposa (la actriz Wendy Crewson). El malo de la película en esta ocasión es Gary Oldman, un comandante despiadado y chantajista, que no dudará en cargarse a quien se le ponga por delante, a no ser que el presidente americano ceda a sus peticiones. 
No tiene nada que ver con los anteriores trabajos de Harrison Ford. Es una película inverosímil, un poco sin sentido, con unas escenas en el avión poco creíbles, y que obtuvo malas críticas, aunque recaudó muchos dólares en el verano de ese año.
Air Force One

El remake de El Fugitivo (1993), una serie de éxito en los años 60, protagonizada por el mismo Harrison Ford y por Tommy Lee Jones, nos devuelve al actor de siempre: activo, viviendo situaciones extremas, saliendo al paso de los conflictos, perseguido, acusado sin motivo. Como los personajes de Hitchock en "Con la muerte en los talones" o "El hombre que sabía demasiado". El fugitivo se trataba de un médico, Richard Kimble, que es acusado injustamente de la muerte de su esposa (Sela Ward) y condenado a muerte. El Dr. Kimble consigue huir de la policía, e intenta esconderse, a la misma vez que pone todo su empeño en encontrar pruebas que le lleven al verdadero asesino, llegando a Chicago. 
El fugitivo
Mientras, el U.S. Marshals, Samuel Gerard (Jones) se muere de ganas de atrapar al fugitivo, por pedantería profesional. Condensar todos los capítulos de una serie en una sola película, daba menos margen para los movimientos y artimañas del personaje, pero no por ello, deja de ser una película bien desarrollada, con un montaje excelente, y con dos grandes actores en escena. Cabe destacar que Tommy Lee Jones ganó el Oscar a mejor actor de reparto con El Fugitivo. 



Viajamos hacia el pasado, y nos paramos en 1990. Harrison Ford protagonizó un thriller judicial, con un gran componente sexual por parte de la actriz principal, Greta Scacchi, y grandes dosis de corrupción y machismo en el seno de las instituciones judiciales y fiscales de los Estados Unidos. Presunto inocente (Dir. Alan J. Pakula) se inicia con la violación y asesinato de una abogada de un prestigioso buffete (Greta Scacchi). El principal sospechoso es el abogado de la fiscalía del condado (Harrison Ford), quien había mantenido un lío extramatrimonial, al verse atraído por el erotismo y sensualidad de la abogada. 

A medida que va avanzando el hilo argumental, va en aumento el suspense, pues empiezan a aparecer causas machistas, celos, y otros motivos para el asesinato que en un principio se desconocían. 
Presunto inocente

Es un thriller que está muy bien montado, y destacan las interpretaciones, sobretodo de la Scacchi que está muy sensual y con un gran poder femenino.
Regarding Henry

Dos películas que considero un fracaso para el actor; una es A propósito de Henry (1991), en la que cambia su registro, y se pasa al drama, haciendo de personaje con una discapacidad, y que no le pega para nada. A pesar de tener un gran director, Mike Nichols y a una actriz de bandera a lado, como es Annette Benning, su figuración es ridícula, su amnesia le cambia la personalidad -puedes olvidar, pero si eres un mal nacido, lo seguirás siendo, aún sin memoria-. Es soporífera y no está hecha para Harrison Ford. El lo intentó, pero esos roles no son su fuerte. Ver reir o hacerse el débil, flojo, y lacrimógeno a Harrison Ford es una extravagancia. Fue una mala elección tanto del director como de nuestro bravo Indiana Jones. 

El otro fracaso fue Seis días y siete noches (1998), en la que interviene Ann Heche como actriz principal. Tenemos a dos actores que no enganchan ni con pegamento Imedio, que se pierden en una isla desierta, después de que se estrelle la avioneta donde viajaban. Mezcla de aventuras, comedia y romance, que como ya he comentado anteriormente es un género que no se le da nada bien a Harrison Ford. La comedia acaba siendo un tira y afloja entre los dos protagonistas, que se van tirando los platos por la cabeza hasta que se dan cuenta que se han enamorado. Pero, la verdad, la pareja tampoco tiene química. 

Pero, atención, Harrison Ford vuelve a ser Han Solo en la séptima entrega de Star Wars: El despertar de la Fuerza (2015), que en España se estrena el próximo 18 de diciembre.
Tenemos ganas de ver al actor, hecho un abuelo, pero en plenas facultades para batallar nuevamente en la Galaxia (y también a Carrie Fisher, en su papel de Leia).
Star Wars VII

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