En estos tres meses de confinamiento he aprovechado para ver cine clásico, ya que debido a la pandemia se han estrenado mayoritariamente documentales, filmes que ya estaban producidos antes del mes de marzo de 2020 -por cierto, películas que dejan bastante que desear-, y también ha habido nuevo cine de animación para adultos, ya que se realiza de forma virtual, y no es necesario el contacto directo interpersonal.
Como ha coincidido que dos de las cintas de animación que he visto en estos días de marzo y abril trataban el drama social en países dónde hay conflicto armado (o lo ha habido), he creído que sería interesante desarrollar una entrada sobre esta temática, dentro del género de dibujos animados, en el que unos personajes recreados por profesionales del 3D, y las artes plásticas, dan vida y configuran historias que en algunas ocasiones te llegan al alma de forma más introspectiva que si las hubiesen interpretado actores de carne y hueso.
Imprescindible film de animación para entender la situación de la mujer en Afganistán a finales de los años 90, en una sociedad devastada por las diferentes incursiones y guerras con la URSS, Estados Unidos y el imperio sanguinario y extremista de los talibanes que impuso la sharia de forma cruel, casi terrorista. La mujer es en todo momento la mayor perjudicada en todos los sentidos. Es invisible debajo del burka, no tiene ningún derecho, solo el de servir al marido, y si en algún momento antes del terror talibán, había tenido una profesión, estudios, cultura, o una carrera floreciente, ahora todo esto ha de silenciarse, y guardarse en el recuerdo. Porque la mujer es menos que nada; si no tiene hijos, puede ser repudiada por su esposo, incluso, es acusada por rabia del hombre de ser una mala mujer, de infiel, y esto conlleva el castigo a ser lapidada hasta la muerte. Así empieza Las golondrinas de Kabul, con una penosa lapidación, un espectáculo masculino, que viendo la atrocidad de la muerte vil, aun se mofan, aplauden, y tiran más piedras. La parte positiva que nos quiere ofrecer esta película animada es que siempre hay personas que se rebelan delante del horror y la injusticia, como es el caso del carcelero de la prisión de mujeres, y de una joven artista, que vive escondida, pero que tiene el alma libre, y que alberga la esperanza que un día podrá volver a volar como las golondrinas del cielo de Kabul. Y que el amor es más fuerte que la guerra.
Esta película de animación para adultos está basada en el best seller de Yasmina Khadra.
EL PAN DE LA GUERRA (2019)
Sin dejar el drama geopolítico y social en la vida del Afghanistán de postguerra, en El pan de la guerra una chica en esta ocasión es la protagonista, Parvana. Una historia llena de poesía, amor y bondad en contraposición a la radicalización del poder de los talibanes. En este filme el terror no es tan evidente como en Las golondrinas de Kabul, ya que es un filme que está basado en un libro infantil, cuya autora Deborah Ellis, no incluye pasajes que pudiesen herir la sensibilidad de los menores. Pero los adultos, leemos entre líneas, y a más de uno se nos cae una lágrima al ver la impotencia de esa niña, viviendo en la miseria, con su padre encarcelado injustamente, y ella, como mujer, no puede vender pan que es el único sustento de la familia. La magia viene cuando decide vestirse y cortarse el pelo para poder seguir con el negocio ambulante del padre. Es otra obra de animación que os recomiendo visionar.
VALS CON BASHIR (2008)
Mitad animación mitad documental israelí, esta película dirigida por Ari Folman es en cierta medida una autobiografía/reflexión del mismo director, en un Israel en conflicto con el Líbano en la denominada Primera guerra del Líbano de 1982.
A partir de la historia de dos ex soldados que participaron en este conflicto armado, se pone de manifiesto como cada persona puede vivir su infierno traumático despues de haber vivido en primera persona la violencia de la guerra. Unos, con pesadillas y ansiedad; otros borrando de la memoria presente los hechos, aunque permanezcan bien guardados en el subconsciente. La conclusión: es bueno saber la verdad de las cosas y no vivir permanentemente con el miedo en el alma. Evidentemente, el filme está visto desde el punto de mira de la parte israelí, la del propio Ari Folman que antes de ser cineasta fue soldado, y revisa el porqué tuvieron que morir tantos inocentes, reconstruyendo los hechos que había dejado en el olvido.
PERSÉPOLIS (2007)
Cine de animación en Blanco y Negro, la historia del cómic de Marjane Satrapi, una mujer que se atreve a hablarnos de la revolución de Irán desde los ojos femeninos de una exiliada en Francia. La complejidad de su contenido no es un obstáculo para ser un obra de arte del cine de animación.
Satrapi en Persépolis nos narra su niñez, que va desde la revolución islámica de los ayatolás hasta principios del siglo XXI. Su revolución interior crece junto a la de su país: una adolescente que descubre todo un mundo más allá de las prohibiciones, los velos de la vergüenza, la contracultura donde impera la religión y ella, es cuando descubre otro mundo: el heavy, el pop, la modernidad. También muestra cómo Marjane, una vez que abandona Irán, se enfrenta a la marginación cultural por parte de una Europa llena de prejuicios donde la vida tampoco es nada fácil. Descubrió que la represión social no acababa con traspasar las fronteras. Algo que no pasa de moda con los refugiados en el año en el que vivimos.
UN DÍA MÁS CON VIDA (2018)
El periodista Ryszard Kapuściński estuvo viviendo in situ los últimos días del conflicto de descolonización de Angola, que en 1975 dejaría de ser colonia portuguesa. Kapuscinski en este filme de animación nos hace una crónica fiel de lo devastadora que fue la guerra civil que desencadenó el proceso de independencia de Angola. A través de su cámara, y también, a modo de entrevistas con personajes que fueron miembros de las guerrillas revolucionarias; especialmente, hace hincapié en la guerrillera Carlota, su espíritu luchador incansable, su valentía y su muerte, que lo dejarían muy tocado. Fue reportero en otros conflictos bélicos, pero su aventura suicida en Angola fue la que le hizo abandonar el periodismo para dedicarse a ser escritor. Es un filme realizado con rotoscopia, una forma de animación que muestra al espectador una forma más realista de las imágenes (se dibuja sobre fotografías reales). Es una coproducción polaco-española, en formato de docudrama de animación para adultos.
Hay filmes de animación sobre la guerra fría, pero la mayoría están destinados al público infantil. Como siempre, os hablo de las películas que he visto, en espera de descubrir novedades animadas tan brillantes como las que os he reseñado. Si podéis, quedaros en casa disfrutando de buen cine a través de plataformas legales.
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