Bette Davis: la actriz completa

 Qué os puedo explicar de una de las grandes, muy grandes estrellas de la industria del cine, que no sepáis ya. Si, Bette Davis, una leyenda para los anales del cine universal. Una actriz que se superó a si misma, y que cada interpretación que hacía, era más perfecta que la anterior. Y es que era una luchadora, tanto en su profesión como en la vida real.


Esta entrada está dedicada a las películas que he visto de Bette Davis, con una breve reseña de cada una de estas. No quiero extenderme en su biografia, pero si que diré que al principio nadie la quería en sus películas, incluso perdió el contrato en varios estudios. No la consideraban guapa, con esos ojos saltones azules -que después fueron su baza más preciada, Bette Davis eyes-.

Era una mujer con mucho carácter, no se andaba con remilgos para decir las cosas, y esto la hacía desagradable para los directores, productores, guionistas. Pero Bette aceptó los papeles que le daban, aunque fuese el de una esquiva, antipática, o mala malísima, incluso, el de prostituta. Tenía hijos para alimentar (se casó cuatro veces pero con muy mala suerte, y la mayor parte de su vida vivió como madre soltera), y eso le hizo no negarse a ningún papel que le ofreciesen. Y este hecho la convirtió en lo que fue y es: una actriz completa, un hito para la historia cinematográfica de Hollywood. 

Después de unos malos inicios, en los que hizo papeles de poca monta, o recibiendo continuos despechos por parte de algunos directores, y saltando de estudio en estudio, llegó un papel al que no hizo ascos. Fue en Cautivo del deseo (1934), una adaptación cinematográfica de la novela de W. Somerset Maugham. Aunque el papel de Bette Davis no es protagónico, ya que el actor principal y quien tiene la relevancia del argumento es el britanico Leslie Howard, ella refuerza el argumento, pues sin la camarera buscona no tendría sentido el devenir del protagonista. Ya en su primera aparición, la vemos resplandeciente (una Bette Davis muy joven y muy rubia). Se ríe a carcajadas y al minuto se muestra casquivana, antipática y un tanto cruel con un bonachón aspirante a médico, interpretado por Howard. La Davis es una camarera que se llama Mildred que solo quiere aprovecharse de los hombres, divertirse (y pescar uno con dinero). Pero, desde el minuto uno cautiva al estudiante humilde con su picardía, lo somete a sus deseos, juega con él, se burla (él tiene un pie deforme), haciéndole sufrir, hasta que el destino se ensaña con Mildred, que pasa a ser la víctima de sus propios actos. Una interpretación que bien le hubiese valido el Oscar, pero no pasó de la nominación, seguramente por la moralina machista de la época.

Peligrosa fue estrenada en 1935, y con ella llegó el éxito y el primer Oscar por su interpretación de una actriz acabada, que dice tener gafe, pero en realidad es una ególatra manipuladora, que como hizo en Cautivo del deseo, encandila a los hombres con su carácter alocada y poderosa, y acaban rendidos a sus pies, perdiendo lo que tienen -dinero, amistades, relaciones- por estar con ella. Encontraréis la ficha técnica en otra entrada del blog. Películas estrenadas en los años 20 y  años 30

En su filmografía cuenta con más de 100 películas en donde tuvo su papel, además de aparecer en series y en teatro. Evidentemente, puede que no haya visto ni una décima parte de sus trabajos, pero os aseguro que las películas de las cuales os hablo en este post, son inigualables. Fue tal la profesionalidad y el empeño que ponía Davis en cada uno de sus papeles, que se la llegó a denominar "la cuarta Warner" (referido a los hermanos productores la Warner Bros).

En El bosque petrificado (1936) vuelve a interpretar a la camarera-nieta del dueño de un bar gasolinera, -Gabrielle Maple- perdido en el desierto de Arizona, en una zona conocida por el Bosque petrificado. Es una obra teatral de Robert E. Sherwood versionada para la gran pantalla y dirigida por Archie Mayo
Cuando uno espera una película de cine negro al uso, se queda petrificado al ver este film. Porque no se simplifica en gángsters asesinos, robos, misterio, rehenes...No. El Bosque petrificado va más allá, pues cine negro ( o la literatura negra) también es lo que hace referencia a las vidas decadentes -como lo es la del escritor vagabundo e intelectual sin destino, que interpreta magistralmente Leslie Howard-, o lo es el deprimente paisaje, de un desierto pétreo donde nunca pasa nada ni nadie, a excepción de un día que se unen una amalgama de personajes, cada uno con sus "zonas oscuras". Gabrielle (papel secundario pero bello de una preciosa Bette Davis) sueña con irse de esa cantina, y viajar hasta Francia, de donde era originaria su madre, para ser pintora. Lee poesía y espera que su abuelo quiera darle su herencia, vendiendo el bar. 
Entre ella y el escritor errante se establecen unos diálogos -verdaderamente de guión teatral- sobre la existencia, las ilusiones, el amor, los fracasos, la poesía, y crean un vínculo casi perfecto. Casi, porque Gabrielle (Davis) tiene unos planes de futuro muy dispares con el objetivo que tiene planteado Squier (Howard). 
Y entran en escena los gángsters, y con ellos el cabecilla , papel que interpreta Humphrey Bogart -su papel que lo encumbró-, y que repite (Howard y Bogart la hicieron juntos en su versión en Broadway). El "duro" gángster en un tête-a-tête con un no menos inteligente escritor, un intercambio de favores, y un final inesperado. 

Jezabel fue la película que le valió su segundo Oscar como mejor actriz. En 1938 Jezabel tiene similitudes con la historia argumental de Lo que el viento se llevó. De hecho, según fuentes bien informadas, Bette Davis fue compensada por no haberle ofrecido el papel protagonista en Lo que el viento se llevó. Y su personaje en Jezabel quedaría marcado en la memoria de los espectadores, y dejaría huella en la misma Davis. Una joven sureña, mimada y egoísta (como Scarlet O´Hara) que hace lo imposible para conseguir a su amado (Henry Fonda), con argucias que la llevan hacia caminos inesperados. Fonda está muy bien en su papel de galán obstinado, y Fay Bainter ganó el Oscar por su interpretación como la tía de Bette Davis. Del egoísmo a la redención.
Como un dato informativo, Jezabel marcó el inicio de la etapa más exitosa de su carrera​ y durante los siguientes años fue incluida en la encuesta anual de Quigley, compilada a partir de los votos de los exhibidores de cine a lo largo de EE. UU., sobre las estrellas que habían generado más ingresos en sus teatros respecto al año anterior.


Antes de hablar de otra gran película de Bette Davis, Amarga victoria, os hago una parada en otro filme que parece que pasó un poco desapercibido, y en donde la actriz interpreta diferentes etapas de la vida de una mujer, en los años de la guerra civil norteamericana, que queda embarazada de un soldado que muere en la contienda (muy adelantado el tema para la época) ,y tiene que esconderle a su hija que ella es su verdadera madre, y no su amiga de toda la vida, que llega a darle su apellido a la chica -la cual se cree que es huérfana-, para que tenga un buen casamiento con un muchacho de familia adinerada. La solterona evidencia lo polifacetica que llega a ser esta gran actriz: que puede ser una joven alocada hasta una mujer afeada de mediana edad amargada, pasando por una abnegada solterona que esconde toda la vida su maternidad en pro de su niña. El final me recordó la gran Barbara Stanwyck en Stella Dallas


También en 1939 protagonizó una película que fue la más taquillera ese mismo año, Amarga victoria, y una fantástica actuación de Bette Davis, que durante el rodaje tuvo altibajos emocionales y peligró su continuidad en el metraje. No es de extrañar, pues la protagonista, una rica heredera, hermosa y llena de vida se ve hundida al descubrirle que tiene un tumor cerebral. Su coprotagonista (George Brent) es un cirujano que la opera, y se enamora de ella. Pero el tumor es maligno y no hay nada que hacer. La vida sigue y ella nos enseña a vivir al máximo. Volvió a ser nominada para el Oscar a mejor actriz, pero competía con Vivien Leigh y con todo lo que representó el estreno de Lo que el viento se llevó.

La carta (1940) fue una de las películas con más éxito ese año. Davis ya era una actriz consagrada y tenía más papeles protagónicos. En esta ocasión, su papel es de una supuesta asesina adultera, en unos parajes exóticos malayos. El guión está basado en la obra de teatro homónima de 1927, escrita por W. Somerset Maugham, y es puro cine negro. El título es el quid del argumento. 

LA LOBA (1941) de William Wyler, una obra de arte del cine clásico, interpretada por la Diva Bette Davis, en el papel de Regina Giddens, esposa cruel, pérfida, egoísta y detestable, y peor madre de una cariñosa y dulce hija, Alexandra  (gran papel de Teresa Wright), que nace en medio de una manada de lobos con sed de dinero, sin escrúpulos (su madre y sus tíos), pero que adora a su padre (papel interpretado por Herbert Marshall), al que ve como chantajea sin piedad esa mujer, esa loba, que es su propia madre, con el único fin de conseguir un dinero que no le pertenece, por pura ambición. Basada en un libro de Lillian Hellman, que Wyler dirigió en su versión cinematográfica. Bette Davis y el director, que ya la había dirigido en La carta y Jezabel tuvieron enfrentamientos, y nunca más volvieron a trabajar juntos.


No hace mucho, vi La extraña pasajera, dirigida por Irving Rapper (1943), y donde la diva hace un papel que me pareció diferente a los que había visto anteriormente. En esta película su papel de una joven sometida a una madre tiránica y maltratadora hasta acabar con su salud mental, era una novedad. Normalmente, era ella la "cruel y narcisista", y era increíble verla sensible, vulnerable, y con necesidad de internarse en un psiquiátrico.
Pero después, la protagonista resurge de sus cenizas, y le sube la autoestima como el colesterol, toma las riendas de su vida, se va de crucero y se enamora de un hombre -con el que nunca podrá casarse (Paul Henreid). A su vez, cuando vuelve convertida en una mujer empoderada, se enfrenta a su madre, que quiere seguir manipulándola, pero la Davis ha vuelto, y ya corta el tóxico vínculo maternal. Y no quiero hacer spoiler del final. 

Después de diferentes visicitudes de la vida, divorcios, películas poco exitosas, desavenencia con los directores, le llegó de nuevo su buena fortuna. Eva al desnudo es una obra maestra; el Oscar a la Mejor Película de ese año, al Mejor director, Joseph L. Mankiewicz , y 4 oscars más, lo confirman. Es la consagración de Bette Davis, pero sobretodo de Anne Baxter y de George Sanders (ganador del Oscar como mejor actor de reparto). 


El guión, que también obtuvo el premio, se basa en cómo llegar a la cima, aunque para ello se tenga que mentir, y pisotear a los que te vienen detrás. Es una crítica mordaz a los trapicheos en el mundo del espectáculo, y también contra los despiadados críticos (el papel que hace Sanders, que acaba girándose en su contra).Fue nominada nuevamente al Oscar y críticos como Gene Ringgold describieron su interpretación como «la mejor actuación de todos los tiempos».

No recuerdo si la vi o no, pero hay que mencionarla pues fue la película más exitosa de 1961. ¿Qué fue de Baby Jane?, interpretada por Davis y Joan Crawford, y supuso la revitalización para ambas actrices. Es  de género terror, aunque no deja de ser un drama. En la película son dos hermanas que se odian, y en la vida real, las dos actrices acabaron odiándose igual. Juntar a dos divas como ellas no tenía buen final, al igual que la obra.

Posteriormente, la estrella siguió realizando sus trabajos, con más suerte en algunos filmes, y en otros, con cierta mediocridad. Son bastantes la cintas protagonizadas por Bette Davis en los años 60 y 70. También hizo papeles secundarios en series de televisión, hasta su muerte en 1989.
Me hubiese gustado ver más cine de una de las grandes del Universo cinematográfico, pero confieso que no he tenido la ocasión. 


Unos meses antes de su muerte en 1989, Davis fue uno de los actores que aparecieron en la portada de la revista Life. En una retrospectiva cinematográfica que homenajeaba a los filmes y las estrellas de 1939, Life concluyó que Davis fue la actriz más significativa de su época y destacó Amarga victoria (1939) como una de las películas más importantes del año.










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