Las últimas películas

The Revenant (2015)
The revenantGran interpretación de uno de los actores más taquilleros y prolíficos de nuestros tiempos, Leonardo DiCaprio, ganador del Oscar a mejor actor. Su papel visceral de cazador de osos en busca de la curación a través de la venganza. Es una de las películas más intimista y casi diría que espiritual de las que he visto este año. Un hombre que se esfuerza al máximo, hasta la extenuación por sobrevivir a la muerte con un único objetivo: vengarse. Un hombre que lucha físicamente y también con sus fantasmas. Un gran guión del director oscarizado el pasado año y también oscarizado por su labor de director por El renacido (The Revenant), Alejandro González Iñárritu, y excelente fotografía (ganadora del Oscar), que junto con la actuación de Di Caprio y Tom Hardy se merece una buena nota.


Carol (2015) me ha recordado en cierta manera a los personajes de otra gran obra de Todd Haynes, Lejos del cielo, no sólo por la coincidencia temporal en la que se desarrollan las dos historias -los años 50-, sino también por la fatalidad de sus personajes, atrapados en unas vidas de falsedad y dolor por culpa de los convencionalismos de la época. 


En Carol, confluyen dos almas infelices que se encuentran por azar y este primer conocimiento las lleva a una estrecha relación que les cambiará la vida para siempre. 
CarolLa película destaca por las dos grandes interpretaciones, tanto por parte de Cate Blanchett en el papel de Carol Aird, una mujer burguesa atrapada en un matrimonio frustrado y que soporta dolorosamente por el bien de su pequeña hija, como por la actuación de Rooney Mara, que en su personaje de Therese Belivet nos presenta una joven que anhela ser fotógrafa, pero trabaja de dependienta en unos grandes almacenes, y tiene una relación con Richard, que aunque se empeña en casarse con ella, en el fondo Therese no le ama.
Entre Carol y Therese se crea una gran conexión, pues cada una encuentra en la otra lo que necesita. Huyen juntas hacia un destino mejor, y se dan cuenta que lo que existe entre ellas es el verdadero amor. 
El tema de la homosexualidad está tratado con una pasión dulce e intensa, a través de las miradas y la complicidad entre ambas. Acompañado por una banda sonora abrumadora y a la vez perfecta composición que casa con cada escena del filme. Brillante y merecedora de los premios que ya ha recogido y los que se proyectan que puede conseguir. La película está basada en una novela de Patricia Highsmith, El precio de la sal (o Carol).


El puente de los espías (2015)

Esta madrugada he visto la última película de Spielberg, Bridge of Spies porque me llamaba la atención el tema en sí, y por supuesto, la actuación de Tom Hanks, al que no había visto desde 2013 en Saving Mr. Banks (haciendo el papel Walt Disney). 

En sus primeros minutos de metraje, aparenta ser un argumento interesante, basado en hechos reales, que nos desvelará algo nuevo de la historia del espionaje en los años de la Guerra Fría entre EEUU y la Unión soviética. Aparece un personaje en escena, Rudolph Abel, presuntamente espía ruso que tiene información sobre los proyectos nucleares (con la posibilidad de un posible ataque contra los Estados Unidos) de la URSS, y que pasa el tiempo pintando hermosas acuarelas frente al puente de Brooklyn. 

El FBI va tras su pista y finalmente Abel es encarcelado a la espera de un juicio absurdo, ya que la Fiscalía, el gobierno, y la mayoría de los americanos saben cual será el veredicto final. Sorprendentemente, Mark Rylance (en el papel del espía Abel) hace un trabajo que merece un Oscar, con una abnegada pasividad al sentirse acorralado, sin poder volver a su Rusia natal, y aceptando los acontecimientos como van viniendo. 
Y es que Rylance tiene muchas tablas: británico de pies a cabeza, ha obtenido todos los premios de teatro de su país y ha interpretado grandes obras shakespearianas.

Tom Hanks es el abogado de un importante bufete que por razones de integridad personal es escogido para defender al espía ruso Abel, y a la vez la CIA le solicita que haga de mediador, organizando un intercambio entre el espía y un piloto estadounidense arrestado por los soviéticos, y que tiene importante información que haría peligrar los intereses militares americanos. Es un abogado honesto, que por encima de todo, prima su humanidad e integridad hacia el prójimo

Spielberg nos lleva hacia el Berlín de principios de los años 60 , cuando se levantó el muro (este año ha hecho 30 años de su caída), que dividió Alemania en dos, y que fue otro episodio trágico para los anales históricos germanos, en una época que también se hacían intercambios de espías y prisioneros por el famoso Puente de los espías.

Por lo demás, la película es políticamente correcta, rozando el sentimentalismo sobretodo al final. La narrativa de filme no es complicada, no ahonda en dar más información que para Spielberg parece que no era necesaria en este filme; es bastante lineal, un poco larga, y en algún momento parece que se ameniza en plenas negociaciones de Hanks y los servicios de inteligencia rusos y alemanes en Berlín, o cuando le roban el abrigo en la Alemania Oriental (se nota el toque de humor negro de los hermanos Coen que han realizado el guión). Totalmente recomendable. 



Victoria (2015) es otro ejemplo más de la cantidad de jóvenes que han tenido que emigrar en España, lejos de la vida que tenían organizada, y de sus familias y amistades, para desarrollar sus carreras en otros países de Europa. O en tal caso, encontrar un simple empleo, como es el caso de Victoria, la chica de Madrid inmigrante en Berlín. ¿Una heroína o una víctima?.
Victoria

Hasta aquí es un buen argumento, una crítica social de la generación perdida, del desencanto general, cuando los deseos de una vida mejor se convierten en una ruina. Es en ese contexto de frustración en que toda tu existencia puede virar en una sola noche, porque que más da todo, y es precisamente lo que le ocurre a Victoria. 

El resto de la trama, -que por cierto, está filmada durante más de dos horas en un solo plano (sin cortes en el tiempo ni espaciales)-, ya entra en un rollo de delincuencia juvenil, ambiente techno, drogas y locura, con un final dramático en cierta manera previsible, aunque más encarnizado de lo que uno se espera.


Victoria

Y Victoria sin el papel de la barcelonesa, Laia Costa no sería imaginable. Dicho por el mismo director del filme, Sebastian Schipper, quien resalta que 
"Laia es como Victoria, muy auténtica".  
La protagonista, quemada por el desencanto de no haber podido ejercer su carrera profesional de pianista, cobrando cuatro miserables euros en un café pijo de una calle pija de Berlín, se suelta la coleta literalmente, y va a por todas, con un subidón de adrenalina de dos horas de metraje. Desde las cuatro a las seis de la mañana Victoria sale de una discoteca techno de un barrio suburbial y pobre berlinés, conoce a cuatro chicos marginales, drogadictos y ex convictos, entra en la espiral de locura sin importarle las consecuencias, les ayuda a atracar un un banco, ejerce de conductora en plan Speed de un coche robado, y ya no pisa el freno, hasta que ya no hay marcha atrás. Se aferra al lado salvaje del amor y de la muerte. De hecho, ¿qué más puede perder aparte de la vida?



Amy, la chica detrás del nombre (2015), es el documental definitivo sobre la vida y el descenso a los infiernos de la jovencísima diva del jazz británica, Amy Winehouse, que como su ídolo Billie Hollyday, y haciendo un paralelismo, vio truncada su carrera profesional debido a su adicción a las drogas, al alcohol, y a los problemas psíquicos que sufría desde pequeña; un cóctel fatal que la precipitó al final más trágico: Amy Winehouse dijo "No, no,no" y su corazón dejó de latir, en julio de 2011, con tan solo 27 años. 
Amy
Como docudrama, el director Asif Kapadia nos presenta una recopilación de material audiovisual inédito, desde fotografías, vídeos y cintas de audio de la propia Amy, de su infancia, de los mejores conciertos y los peores momentos, que desembocaron en la debacle de la cantante. 

En las grabaciones, la misma Amy explica el trauma que ya le supuso el divorcio de sus padres, hecho que puso en evidencia sus problemas de inestabilidad psíquica, manifestando su bulimia a temprana edad -como cuenta su madre en una de las grabaciones-.

La película recoge los principales éxitos que la encumbraron, llegando a ganar 6 Grammys, por su talento innato para el jazz y el soul, y su sensibilidad al plasmar su propia experiencia en las letras de sus canciones. De una gran promesa, se convirtió en un despojo en poco tiempo. Ella le temía a la fama, y la fama pudo con ella. Empezó a beber sin medida, y conoció al que sería su marido, Blake Fielder-Civil, con el que mantuvo una relación destructiva, adentrándose de lleno en la drogadicción, los escándalos, el acecho de los paparazzis, y nuevamente la bulimia. La polémica estaba servida. 
A pesar de los diagnósticos de sus doctores, de su mal estado físico y mental, siguió bebiendo, y tuvo que suspender actuaciones muy importantes para su futuro artístico. Su corazón estaba muy débil, pero no quiso hacer rehabilitación, ni tampoco tuvo un respaldo racional por parte de su padre, Mitch Winehouse, que apareció en la vida de Amy después de años de ausencia, cuando pudo explotarla, dícese sacar tajada de los rendimientos millonarios de su "babe". La relación con sus padres fue también un escándalo, pero ellos quisieron desmontar la verdad, tachando de mentira el documental. Nunca estuvieron a la altura ni supieron ayudar a su melancólica hija, Amy. 
Diva del jazz

En definitiva, una víctima de si misma, y de esa rápida catapulta hacia lo más alto, que tanto vértigo le produjo a esa chica prodigio, que se escondía tras un nombre tan común como Amy.


Ultima película que acabo de ver y que me ha recordado la historia de tantos países que han pasado por la vergüenza de las dictaduras, del horror de los genocidios y del olvido sin perdón. 
La conspiración del silencio
La conspiración del silencio (2014) es una película alemana, fuera del circuito comercial machacante, sin zombies o superhéroes -que ya cansan-, y que trata un tema controvertido, una historia real y que tiene cierta relación con los crímenes contra la humanidad que se han silenciado, pero que siguen coleando en las sociedades futuras. 
En este caso es una película que demuestra que el pasado nazi en Alemania sigue vivo y aún duele, (en España también se han acallado los crímenes del franquismo y esa herida abierta provoca que sigamos sin entendernos en este país. Usan una falacia los que dicen que somos un país unido). 



La verdad ha de salir a la luz, y es necesario hacer justicia para limpiar lo que está escondido en la conciencia colectiva. 
La conspiración del silencio

Lo que me ha decepcionado es la interpretación demasiado hierática o un tanto fría de sus actores, como es el caso del ayudante del fiscal, el actor Alexander Fehling, que se empeña en descubrir lo que pasó en Auschwitz y llevar a juicio a todos los miembros de las SS que estuvieron en ese campo de exterminio nazi, ese campo de la vergüenza en la historia alemana. 

El guión tiene un buen inicio, pero carece de fuerza emocional. Lo que tendría que horrorizarte, no te conmueve. Hacia el final del film, parece que la trama quiera resolverse con demasiada rapidez, y se convierte en una especie de documental.


Hoy tocaba sesión nocturna. Dejar de bloggear unas horas, y pasar un rato agradable viendo una película también muy apetecible. 
Simplemente, Me and Earl and the Dying girl (2015) te deja un buen rollo que ya te puedes ir a dormir pensando que hay que vivir la vida con un gran sentido del humor. 
Yo, Earl y RachelA pesar de que el tema es un drama (otra vez el maldito cáncer en una chica en la flor de la vida, como en Bajo la misma estrella), éste se mezcla con buenas dosis de humor -incluso con sarcasmo-, y con unas escenas tronchantes, gracias al gran talento de sus protagonistas, sobretodo del actor Thomas Mann, que hace el papel de Greg, el típico compañero del "insti" tímido, insociable y neurótico, pero sensible y muy divertido. 
Greg sólo se relaciona con un chico del vecindario, Earl (RJ Cyler), y juntos hacen películas de vídeo, parodiando a clásicos del cine, cambiando los títulos, y haciendo ellos mismos de protagonistas (en la habitación de Greg la cámara siempre nos muestra el cartel de Los cuatrocientos golpes de Truffaut, porque en cierta forma, la película es un canto a la libertad y a la juventud, en esencia). 
Un día, la madre de Greg (la actriz, Connie Britton) le dice que no estaría mal que se hiciese amigo de Rachel, una compañera del instituto que le han diagnosticado leucemia. Al principio, se siente obligado a relacionarse, pero conforme va conociendo a Rachel, y va pasando con ella "lo mejor hasta lo peor", va aprendiendo sobre las relaciones humanas, y se abre al mundo, dejando atrás su autodesprecio y su baja autoestima. 
El guión de Jesse Andrews es fantástico, pues no se adentra en el aspecto más morboso o lacrimógeno de esta cruel enfermedad, sino que lo trata con creatividad, con humor, y con unos personajes que son una delicia. Premiada en el Festival de cine independiente de Sundance, va bien encarrilada para ganar el Oscar al mejor guión, y sino que se lo digan a Juno, Miss Little Sunshine o a la afortunada Whiplash  de este año 2015. 

La sal de la tierra

Hacía meses que no me ponía al día de películas estrenadas este año 2015, y de algunas del 2014 que estaban en el baúl de los recuerdos, en espera de sacarles el polvo para disfrutar de ellas. 
Con la construcción del blog, el verano ha pasado de largo, y yo sin enterarme, y sin ir al cine. Me tiene atareada, es verdad, pero doy gracias de ello, pues ahora conozco a un montón de gente interesante que antes de la existencia del blog, no nos habríamos ni cruzado la mirada (o_o) en este mundo llamado Blogger.

Decidí hacer una parada en el camino, y he visto algunas joyas cinematográficas, y también dos o tres películas que, siempre bajo mi modesta opinión, no recomiendo que perdáis el tiempo ni el dinero con ellas. 

Estas son las últimas películas que he visto: 


La sal de la Tierra (2014)
Documental. Dir. Win Wenders y Juliano Ribeiro Salgado
Magnífico documental biográfico y artístico sobre el fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, dirigido por el director de imperdibles como París, Texas o Pina, Win Wenders.
Un día Wenders quedó fascinado con una fotografía sobre unos hombres que recogían oro, en las minas de Serra Pelada, en Brasil, y quiso conocer quien estaba detrás del objetivo, quien había sido capaz de captar aquella instantánea tan insólita. 
Minas de Serra Pelada

A partir de ahí, Wenders siguió los pasos del fotógrafo Sebastião Salgado, un hombre que dejó los estudios de economista para dedicarse a recorrer los cuatro continentes, creando proyectos con sus obras de arte, fotografías que muestran al mundo, cómo perviven los hombres y mujeres en las zonas más olvidadas de la tierra, pobres, marginales, y sobreviviendo enmedio de guerras, hambre, violencia, e injusticia. Fotografías de un impacto sobrecogedor, que recogen los conflictos como el genocidio en Sudán, las consecuencias de las sequías en el Sahel, el conflicto en Bosnia, y la pobreza de las otras Américas.
Sebastiao Salgado

Lloras, te emocionas, es como si estuvieses viendo las fotografías en movimiento, como si las instantáneas se convirtiesen en una historia en movimiento, tan cercana y tan lejana a la vez. Tan dura, y tan maravillosa película. Hacía tiempo que no veía una belleza de imágenes y de narración documental que me llegase tan adentro, que me hiciera reflexionar sobre la raza humana, y sus vidas extremas, su capacidad de soportar la peor, o no conocer nada mejor.

El documental de Win Wenders ganó el César al Mejor Documental, y estuvo nominado en su categoría a los Oscars 2014. En 1998, Sebastiao Salgado recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.


Operación U.N.C.L.E.(2015)
Henry Cavill, Armie Hammer, Alicia Vikander, Elisabeth Debicki. Dir. Guy Ritchie.



Una de cal y otra de arena. Después de ver este gran documental de Win Wenders, tocaba una película más distendida, otro género, una comedia o algo de acción. Después de meses de constante bombardeo publicitario, trailers y blogs con reseñas de Operación U.N.C.LE., ya me picaba la curiosidad, y la fui a ver. No me esperaba que fuese la gran película del año, pero si habían hecho tanto bombo y platillo, seguro que era una cinta llena de acción, gángsters, sexo, violencia, toques de humor inglés, tan típico de las obras de Guy Ritchie. Iba dispuesta a divertirme y...¡buf! qué decepción, Mr. Ritchie. Qué diferencia con aquellas exitosas películas que usted dirigió, sí, Rockanrolla, o Lock, Stock and Two Smoking Barrels.
UNCLE
En primer lugar, la sosería de sus personajes y la poca sensualidad de las "femmes fatales" de U.N.C.L.E., ya menoscaban una película de este género, muy similar a la de agentes secretos que nos tienen acostumbrados. Este punto debilita el interés que pueda tener la acción, con personajes tan poco creíbles y grotescos. Podía haber sido mucho mejor, pero hemos vuelto a la moda de los remakes (igual que pasó en los años 50) y hay verdaderos bodrios. Se trata de un remake de una serie de TV, que como fórmula tuvo éxito a mediados de los 60, y estaba protagonizada por Robert Vaughn, Stephanie Powers, David McCallum (ni hablar de rusos) y el jefe, Leo G. Carroll.



En este remake se salva Napoleon Solo (Henry Cavill), con su elegancia, su cuerpo fibrado y cierto cinismo, emulando a un James Bond, pero sin llegarle a la suela del zapato. ¿Qué manía tienen en Hollywood de hacer que un actor americano haga de ruso, e incluso de chino (sí, y sino vean a John Wayne haciendo de indio o de Gengis Khan, el novamás)?. Arnie Hammer no es ruso, y como actor, ni siquiera con antifaz. 
Por no hablar de las dos féminas: Alicia Vikander y Elisabeth Debicki. Alicia Vikander parece una adolescente probándose los vestidos de su madre. Cuando me entero a mitad de película que también es una espía, no salía de mi asombro, ¿dónde le habían dado el carnet de espionaje? ¿después de salir del instituto?. Lo mejor sus gafas estética kistch años 60. Y la mala malísima que interpreta Elisabeht Debicki, con ese azul de ojos y esa mirada cándida, ¿dónde está la Elektra King, de Sophie Marceau?

Bueno, total que me centro en las escenas de acción, y casi las he olvidado. El argumento va saltando, no puedes asimilar nada. Hay escenas repetitivas, otras que el moribundo resucita en el salto de escena, y ni se ha hecho un rasguño; envenenados que sin antídoto se desintoxican en un par de minutos. 


¡Con lo que disfruté viendo Sherlock Holmes (2009) del mismísimo Ritchie!. En este film sí que hay acción, emoción, cinismo, morbo, sexualidad, maldad, y unos buenos actores (Robert Downey Jr, Jude Law, Rachel McAdams, Mark Strong, Kelly Reilly, Jared Harris, etc).

Habrá quien me dirá que he exagerado, y que es amena, distraída, y que Cavill está como un queso. Sí, ya lo sé. Seguro que los/las fans de Vikander dejarán de hablarme, je je (y eso que me encantó en "Un asunto real" y en "Ex-Machina"), pero yo les diré que a mí que no me esperen en la próxima secuela de U.N.C.L.E. (¿o es C.I.P.O.L?).



Inside Out (2015)
Animación. Dir. Pete Docter, Ronaldo Del Carmen


Inside out


No podía dejar de ver Inside Out antes de que acabase 2015, ya que después me enteraría que le han dado el Oscar a mejor Largometraje de animación, y yo no podría decir "esa también la he visto".

Realmente, la factoría Disney-Pixar se ha superado. Un guión tan original, con unos personajes que son las emociones de todo ser humano (pero no todas, es muy simplista este cerebro): la alegría, la tristeza, el miedo, la ira y el asco, y un escenario que parece ser el cerebro de una adolescente Dylan, y que cobran forma humana, moviéndose entre neuronas, como pedro por su casa. La alegría lleva la batuta de ese grupo de desenfrenadas emociones, una figurita amarilla y radiante, una forma femenina con los pelos azules y optimismo a raudales. En contraposición, tristeza es otra especie de niña que todo lo ve negativo, cansada de no poder tocar las partes del cerebro de Dylan, y poner patas arriba todos sus recuerdos alegres. 

Pixar
Como comparsas, el miedo, que parece un insecto con corbatín, y que padece ansiedad, la repelente niña verde pija que es el Asco, y la Ira que le sale fuego de la cabezota, pero que te mondas. Es muy divertida, ingeniosa, y esos dibus crean un argumento que se desarrolla dentro de un cerebro, que parece un cuartel con su cuarto de mandos incluído, haciendo reir y también poniéndonos sensibles. De todas formas, Pixar ha hecho mejores películas como Toy Story o Up, más fáciles de entender para los niños.

Resumiendo, que para eso es un largometraje de animacion: para simplificar las cosas y hacernos pasar el rato, e Inside Out lo ha logrado. 

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