12 actores más relevantes del S XXI

Hace unas semanas dediqué una entrada -dividida en dos partes- en la que hice un repaso de las actrices que han hecho papeles principales en las películas de este S XXI. Y no sólo eso, sino que también han sido galardonadas con los premios de la Academia de Hollywood, los Oscars, entre otros galardones. 

(Ver la entrada Las actrices pricipales en las películas s xxi (Parte II)).

Es una nueva era, y poco a poco, se va equiparando el trabajo de la mujer y el hombre; y en el mundo del cine, se ha puesto de manifiesto con la relevancia de las actrices actuando en papeles protagonistas del film.

Pero, sin despreciar el rol de los actores masculinos, y por aquello de la igualdad de géneros, hoy he pensado hacer una entrada temática dedicada a estos artistas que se han consolidado en el siglo que vivimos; han adquirido fama en estos últimos años, tienen mayor presencia en películas de todo tipo, con éxito de taquilla y han sido ganadores de los premios más importantes del mundo del celuloide en estos diecinueve años del S.XXI. 

Hay otros, que son hitos de todos los tiempos, que merecen una entrada exclusiva (me refiero a los incombustibles Al Pacino, Robert De Niro, Anthony Hopkins, Tom Hanks, Morgan Freeman, Clint Eastwood, etc). 

Para no cansar al lector, me centraré en reseñar únicamente los papeles estelares de estos artistas, sin extenderme en toda su filmografía. La lista no tiene un orden categórico, es más bien una recopilación aleatoria. Es mi criterio, y está basado  en las películas que he visto.


Denzel Washington 
Denzel Washington

Aunque tiene una trayectoria profesional que viene de décadas pasadas, con un Oscar a mejor actor de reparto por su papel en Tiempos de gloria (1989), Denzel Washington se consolida en estos últimos años como uno de los actores más prolíficos y taquilleros de Hollywood. Su porte, su personalidad, su contundencia, le hicieron valedor del Oscar a Mejor actor por su interpretación de un policía corrupto, toxicómano, maltratador y prepotente junto a un endeble Ethan Hawke como su compañero novato en Día de entrenamiento (2001, Antoine Fuqua). Había nacido el sucesor del gran Sidney Poitier, con la misma elegancia e inteligencia que éste en su famoso éxito policíaco en En el calor de la noche (1967).

En 2002, y bajo la dirección de Nick Cassavettes -el vástago del no menos prestigioso John Cassavettes- hizo una brillante interpretación dramática en el rol de un padre de familia, de clase obrera, que delante de la grave enfermedad de su hijo que necesita un transplante, y la impotencia de no tener seguro médico, hará lo que sea para que el pequeño tenga un nuevo corazón. Aquí se podría aplicar la maquiavélica frase "el fin justifica los medios". John Q está basada en hechos reales, y Washington vuelve a dar verosimilitud al personaje angustiado, que escoge el camino más erróneo para conseguir un bien altruista.

Volvió a ser nominado al Oscar como mejor actor por su papel de un capitán de aerolínea en el film El Vuelo (2012) de Robert Zemeckis, una actuación que te mantiene en tensión y te hace reflexionar sobre los actos del protagonista.

Ha realizado papeles principales en títulos destacados como American Gángster de Ridley Scott en 2007, o en Plan oculto (2006), junto a la gran Jodie Foster.

Para acabar, destaco la última película que he visto de este magnífico actor, que ha sido Fences (2016), en la que se atreve a ponerse detrás de la cámara, siendo el director además del actor clave. Creo que se merecía el Oscar, tanto la película como su dirección, pero sólo se llevó el Oscar a mejor actriz su co-protagonista, Viola Davis. Es una obra teatral con guión cinematográfico, un drama situado en los años 50 y que nos presenta un hombre de familia afroamericana de clase baja, de carácter huraño e inestable. Pero a pesar de sus idas y venidas, su agresividad, las infidelidades, la mala relación con sus hijos, su esposa (Viola Davis) siempre está ahí, para perdonar, consolar, dulcificar y reestablecer los lazos con el que ha sido su primer y único amor. Canoso, con sobrepeso y desaliñado, Washington muestra un personaje diferente al que nos tenía acostumbrados. Muy recomendable.


Leonardo DiCaprio

Aquel niño que empezó haciendo de hermano borderline de Johnny Depp en ¿Quién ama a Gilbert Grape? y que ya apuntaba una profesionalidad ascendente en sus primeras actuaciones fílmicas, hoy es todo un hombre, un exitoso y prolífico actor, ganador de un Oscar, un Globo de Oro, además de otros galardones. 
¿Quién no conoce a Leonardo DiCaprio?. De esos principios, realizando papeles de adolescente conflictivo y antisocial, o dramas de caracter romántico, donde su guapura de rasgos aniñados resaltaban más que su actuación (es el caso de Romeo+Julieta o Titanic, donde él es un figurín y sus partenaires llevan el peso interpretativo del filme), ha pasado a una madurez profesional, y aunque conserva su cara juvenil, se ha endurecido en sus trabajos, con papeles dramáticos, controvertidos e incluso, angustiosos, como el que interpreta en la película que le valió el Oscar en 2015, El Renacido, del director méxicano González Iñárritu (Ver la reseña en la entrada Las últimas películas).
El primer éxito que le consagró como un actor versátil y capaz de ser más que una cara bonita, y sin necesidad de dejarse bigote para ser más creíble, fue en Atrápame si puedes de Steven Spielberg, junto a uno de los grandes, Tom Hanks. Es una película basada en una historia biográfica, que tiene toques de comedia, pero que también demuestra que Leonardo DiCaprio podía hacer de un farsante defraudador, burlando al mismísimo FBI, a pesar de su rostro angelical.
En Diamante de sangre (2006), DiCaprio resulta convincente en una película con una historia polémica: el tráfico de diamantes en Sierra Leone, durante la guerra civil que tuvo sus inicios en 1991 hasta su final en 2002. Los diamantes servían para financiar la guerra, pero estaban en manos de un grupo de revolucionarios, con lo que esto suponía más asesinatos, violaciones, corrupción. De ahí que se les conocierá por "diamantes de sangre".

Por entonces, el actor ya era conocido mundialmente, y tenía un caché muy elevado. Sus películas recaudaban elevadas sumas, y tenía locas a sus fans desde que lo vieron aparecer en Titanic. Cabe decir, que yo no estaba en este grupo. Ni me gustó la mega-película de James Cameron, la vi a trozos, me pareció aburrida, y solo destacaría el papel de Kate Winslet, pues él parece un pijo-progre venido a menos. 

Pero no nos desviemos del tema. En 2006 vuelve a trabajar con el director Martin Scorsese (lo dirigió anteriormente en Gangs of New York y en una película que no he visto, El Aviador), en el film Infiltrados. Un papel escabroso, en el cual tiene que ponerse en la piel de un policía infiltrado en una mafia irlandesa. Fue una de las películas más taquilleras de ese año, y DiCaprio tuvo buenas críticas. Su compañero de rodaje era Jack Nicholson, que aún ponía más salsa al thriller en cuestión. La cinta ganó el Oscar pero Leonardo se llevó el Premio Satellite únicamente. 

Junto a Kate Winslet co-protagoniza Revolutionary Road (2008), de la cual ya he hablado en Actrices principales en las películas del S XXI.

Me gustó la interpretación de DiCaprio en el thriller psicológico, de 2010, Shutter Island. El actor tenía un registro entre la cordura reflexiva de un investigador policial y la obsesión enfermiza de un orate. No sabes si a medida que va pasando el metraje, el protagonista se va volviendo más loco que los maníacos que están encerrados en un psiquiátrico en un acantilado lejano de Boston, y que eran objeto de la investigación del personaje que interpreta el actor. Leonardo DiCaprio se convirtió en "chico Scorsese" por cuarta vez.


Antes de ganar el Oscar en 2015, fue nominado a dicha estatuilla por su espléndida actuación en El lobo de Wall Street (2013), un biopic sobre los excesos de un corredor de bolsa neoyorkino, que llega a ser millonario montando su propia empresa de brókers, gestionada por traficantes de droga y ladrones de poca monta, sin conocimientos de economía, pero muy astutos para saber timar a cualquiera. Es una película de desfase, donde hay repetitivas escenas de orgías de alcohol, drogas, prostitución. Por momentos estás viendo una comedia ácida, pero de repente te das cuenta que el protagonista (interpretado por DiCaprio) cada vez es más adicto y corrupto, y esto genera un dramatismo en el que se puede aventurar que esa burbuja acabará explotando en cualquier momento. La película está basada en las memorias de Jordan Belfort, apodado como el mismo título indica. Dirige Martin Scorsese, y tiene un elenco de conocidos actores como Matthew MacConaughey, Margot Robbie y Jonah Hill.

Daniel Day-Lewis
Daniel Day-Lewis

El actor nacionalizado irlandés un día se levantó con el "pie derecho", y desde entonces no ha dejado de cosechar Oscars, Globos de Oro, nominaciones, consiguiendo éxito tras éxito en cada película que ha protagonizado. Daniel Day-Lewis no pertenece al star-system ni es famoso por ser uno de los más bellos ni por estar en el ránquing de los mejor pagados del siglo presente. Tampoco se le reconoce una carrera muy prolífica, pues son pocas las películas en las que ha trabajado como actor principal. Eso sí, ha ganado alguno de los premios más importantes del cine en cada una de éstas, convirtiéndose en el primer hombre que ha obtenido tres Oscars como Mejor actor principal desde que se iniciaron dichos premios de la Academia del cine de Hollywood.
El primer Oscar lo ganó merecidamente por su papel en Mi pie izquierdo en 1989, la historia del pintor irlandés Christy Brown, que a pesar de su parálisis, tuvo el coraje -y la fuerza que le infundió su madre, papel que protagoniza Brenda Fricker y que ganó el Oscar a actriz de reparto- para seguir con sus obras pictóricas y literarias con tan solo un pie. Ha llovido mucho desde entonces, y han caído otros galardones del cielo para Day-Lewis. 
En 2002, co-protagonizó junto a Leonardo DiCaprio -ya mencionado anteriormente- Gangs of New York, dirigido por Martin Scorsese. Fue nominado al Oscar y al Globo de Oro, pero en esta ocasión ganó el BAFTA y el SAG como mejor actor. En esta cinta hace una actuación que repetiría en otros filmes: un personaje de carácter dominante y agresivo, líder indiscutible, con una presencia altiva y siniestra muy bien trabajada.
Y llegó Pozos de ambición (2007), y el actor volvió a ganar un Oscar por su papel de un magnate del petróleo, Daniel Plainview en los primeros años del siglo XX en California, donde se empezaban a realizar perforaciones para abrir pozos petrolíferos. Tal como indica el título, el papel de Daniel Day-Lewis vuelve a ser el de un ser abyecto, con una ambición desmesurada, hasta tal punto que solo le importa hacerse millonario a costa de explotar a sus trabajadores, y a la gente de la zona, despreciar el único hijo que tiene, y maltratar a quien se oponga a sus corruptos negocios. Está dirigida por Paul Thomas Anderson y se basa en la novela ¡Petróleo! de Upton Sinclair.
Después de unos años de silencio, consigue el papel de actor principal en la película de la que he hablado en la entrada Las actrices principales en las películas del S XXI: el musical Nine (2009) de Rob Marshall. La reseña la podéis encontrar en esta entrada, ya que aparecen en el elenco actrices tan relevantes como Nicole Kidman, Marion Cotillard, o Penélope Cruz. Daniel Day-Lewis se ve superado por el elenco femenino, y el hecho de ser un musical, no le encaja demasiado a su personalidad más bien introvertida, reflexiva, seria, y un tanto cínica. El filme obtuvo malas críticas en general.
En 2012 obtuvo su tercera estatuilla como mejor actor por su papel caracterizado como presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, pero lamentablemente, no la he visto.
Su última y definitiva película coincidió con el anuncio que se retiraba de la actuación en 2017. Y lo hizo por la puerta grande, con nominación a mejor actor incluída, con un papel estelar en El hilo invisible, un film dramático, escrito por el director Paul Thomas Anderson, en el que el actor hace un personaje perfeccionista y neurótico, que tan bien se le daba interpretar. Daniel Day-Lewis pasa a ser uno de los actores más relevantes de este siglo.

Brad Pitt
Brad Pitt

Brad Pitt es conocido mundialmente por sus múltiples líos amorosos, especialmente por su relación "show-business" con Angelina Jolie; También forma parte de los famosos más sexys del mundo cinematográfico actual, y tiene un caché millonario, así como una carrera muy prolífica. Es el "niño bonito" de Hollywood. Es por todo ello que es un actor relevante en el S XXI. No obstante, desde mi punto de vista no lo hubiese mencionado si la entrada fuese únicamente para los mejores actores por su profesionalidad.

Se le conoció a nivel mediático por su papel de rollo sexual de una noche en Thelma y Louise (era un jovencito que se liaba con una madura Geena Davis en crisis). En los 90 hizo importantes incursiones en papeles co-protagonistas en películas de gran éxito como Entrevista con el vampiro y Seven. Su primera nominación al Oscar a mejor actor de reparto fue por su papel de desequilibrado conspiranoico en Doce monos (1995), una película de ciencia ficción distópica de Terry Gilliam, protagonizada por Bruce Willis (del que hablé en la entrada Los actores más relevantes de los 90). Pitt ganó un Globo de Oro y el reconocimiento de la crítica.

En 1999 co-protagoniza la película de culto El club de la lucha junto a Edward Norton y Helena Bonham Carter, y bajo la batuta del director David Fincher. Alabanzas de la crítica por su "carisma y por su físico que explota nuevamente, como lo hizo en Thelma y Louise".
Hizo un papel estelar en 2003 en la película Troya, un cinta mitológica basada en la Ilíada de Homero. Brad Pitt hizo de Aquiles, el héroe de esta epopeya, preparándose deportivamente para su interpretación. Curiosamente, en el rodaje se lesionó en el tendón de Aquiles.

Volvió a ser nominado al Oscar y al Globo de Oro como mejor actor por su papel en el extraño y original cuento El curioso caso de Benjamin Button (2008), junto a una de las actrices más destacadas del panorama actual, Cate Blanchett. Benjamin Button, un Brad Pitt que nace con la edad de un viejo y cada año que pasa de vida se vuelve más joven. Como fantasía o cuento increíble es original. Como filme de más de dos horas, es una pesadilla de acontecimientos a cual más surrealista.
Brad Pitt
Quentin Tarantino le dio un papel en Malditos Bastardos (2009) y lo aceptó sin dudar. Su papel de teniente estadounidense con sed de venganza contra los nazis en la II Guerra mundial, con una actitud sádica y brutal, le dio la oportunidad de ganar el Oscar a mejor actor, pero fue a parar a manos de Sean Penn, merecidamente.

Las últimas películas que he visto del actor, en las que hace el papel principal, han sido El árbol de la vida (2011), y Guerra Mundial Z, una película de 2013 sobre un apocalípsis zombie, que según he leído, es el film con el que Pitt ha ganado más éxito de taquilla de toda su vida profesional. Realmente, puedo confirmar que en gustos no hay nada escrito.

Ricardo Darín
Ricardo Darín

Bajo mi punto de vista, el actor hispano-argentino Ricardo Darín es uno de los actores que no puede faltar en esta entrada, porque es un artista de los pies a la cabeza. Particularmente, me encanta en cada actuación que protagoniza. 
Cuando se habla de los mejores actores de este siglo, no nos podemos quedar únicamente con los mundos hollywoodienses. Hay cine más allá del "made in USA". Soy una apasionada del séptimo Arte en general, y me gusta ver filmes de todos los países, por eso, creo que también hay grandes actores en el cine asiático, en el latinoamericano y en el cine europeo.

Descubro a Darín en El mismo amor, la misma lluvia, una película del 1999, en la que el tema central son los encuentros y desencuentros sentimentales de una pareja en el transcurso de los años. Me gustó la naturalidad de la actuación del actor. Nada impostada, con ese humor irónico tan característico argentino, como si no estuviese delante de una cámara, Darín ya había entrado en mi lista de favoritos. Es esa forma de actuar semejante a la de los actores del Método norteamericanos (Paul Newman, Marlon Brando, Robert De Niro, etc). Por su trabajo obtuvo el premio de la Asociación de Cronistas cinematográficos de Argentina. Está dirigida por Juan José Campanella y co-protagonizada por Soledad Villamil. Con ambos trabajará en diversas películas de éxito posteriormente.
En 2000 interpreta el papel de un estafador en Nueve Reinas (de Fabián Bielinsky), una gran película que obtuvo veintiún premios internacionales, entre los cuales cabe destacar el Premi Sant Jordi de Catalunya al mejor actor extranjero.
El hijo de la novia lo consagra como uno de los actores más reconocidos por la crítica internacional, y la película consigue un importante éxito de taquilla y de popularidad, llegando a ser nominada para los Oscars como mejor película de habla no inglesa en 2002. Es un registro más sentimental que las dos anteriores interpretaciones, y plantea la enfermedad de Alzheimer de una forma poco escabrosa. Una de las películas que hay que ver sin duda.

Obtiene varias nominaciones y gana el Premio del Festival de Cine de Valladolid como mejor actor por Luna de Avellaneda en el año 2004, con dirección del ya mencionado director argentino Campanella. 
Ricardo Darín

Vuelve a trabajar bajo la batuta de Campanella y con la actriz Soledad Villamil-con la que ya compartió protagonismo en El mismo amor, la misma lluvia-. Y lo bordó: El secreto de tus ojos (2009), la película que ganó el Oscar a mejor film de habla no inglesa. Un thriller ambientado en la dura época de la dictadura en Argentina, con toques dramáticos, intimistas y un gran amor. 
Otro éxito para Ricardo Darín y un nuevo Premio Cóndor de Plata como mejor actor. 

También nos ha hecho reír en Un cuento chino, una comedia que juega con los vocablos del título, pues es una expresión pero también es la trama de la película. Dirigida en 2011 por Sebastián Borensztein, fue éxito de taquilla a los pocos días de su estreno. 

Elefante blanco (2012) es un drama, en el que el actor hace el papel de un cura de un barrio obrero argentino, con problemas habitacionales y delincuencia. El tema central está hoy en día muy presente, ya que se trata de la especulación de edificaciones que son sociales, pero se pretende el deshaucio de éstos para construir pisos turísticos, hoteles, que den rendimiento ecónomico en beneficio de unos pocos.
En 2015 protagoniza una película producida en España y Canadá, Truman, junto al actor Javier Cámara, recibiendo el Goya a mejor actor y la Concha de Plata en San Sebastián.

Christian Bale

A leer el nombre, más de un lector pensará, "sí, es el que hace de Batman". Es natural, porque normalmente relacionamos a los actores con películas comerciales, de gran éxito de taquilla y fama mundial. En cambio, para mí es el niño inglés de clase alta y parlanchín, papel que protagonizó con el maestro Spielberg en El imperio del Sol, junto a John Malkovich allá por el año 87, una mirada de la Segunda Guerra vista desde el espíritu aventurero, tierno e inocente de la infancia. 
Damos un salto temporal y nos focalizamos en los éxitos de Christian Bale, como una de los actores destacados del S XXI. Interviene como actor principal en El Maquinista (2004), un psico-thriller angustiante, y por el cual tuvo que perder bastantes kilos, quedándose literalmente en los huesos. 
Al año siguiente, nueva adaptación de la saga del famoso héroe de cómic, Batman. Christian Bale se enfunda el traje de murciélago para salvar al mundo del mal en Batman Begins, dirigido por Christopher Nolan. La misma historia de siempre, con los buenos y los malvados, la chica, el detective amigo, y poco más. Personalmente, no me gustó nada su actuación: demasiado soso, huraño, y antipático.
Para contrarrestar, destaco su papel en El truco final (2006) por encima del actor principal, Hugh Jackman. El mundo del ilusionismo llevado al extremo puede resultar peligroso.
Volví a ver un Bale entregado y maduro en un film chino, dirigido por el famoso Zang Yimou, Las flores de la guerra. Estrenada en 2011, es un drama que se desarrolla en el contexto de la guerra entre Japón y China, donde los japoneses no tenían ningún control de sus instintos más bajos y crueles con las mujeres prisioneras chinas. Encontraréis la reseña en la entrada Mis mejores películas asiáticas del S XXI.
Ganador del Oscar y Globo de Oro como actor de reparto por su formidable transformación de un pugil en decadencia en el film The Fighter en 2010. En 2013 participa en la película de David O. Russell, La gran estafa americana, junto a Amy Adams. Fue nominado al Oscar y al Globo como mejor actor, pero en esta ocasión no tuvo la misma suerte.

Joaquin Phoenix

La primera vez que vi a Joaquin Phoenix en la gran pantalla y que se mete en el papel de una forma abrumadora, fue en Todo por un sueño (1995). Da grima en su personaje de adolescente obsesionado -un poco descerebrado- por obtener los favores sexuales de una Nicole Kidman que también está sublime como maquiavélica ambiciosa.

En 2000 fue reconocido su papel de emperador romano tiránico en la película peplum Gladiator, protagonizada por Russell Crowe, quien ganó el Oscar a mejor actor. Ridley Scott fue el director de esta película oscarizada como la mejor de ese año.

Se puso en la piel del cantante de country, Johnny Cash, en En la cuerda floja (2005), un papel de corte dramático, ya que el cantante fue adicto al alcohol y las drogas, y estuvo unido sentimentalmente a la también compositora June Carter -aunque ambos estaban casados-. Phoenix fue nominado al Oscar como mejor actor pero ganó el Globo de Oro, y la actriz Reese Witherspoon obtuvo el Oscar a mejor actriz por su papel de June Carter. Esta película supuso la consagración del actor como una de las estrellas más prometedoras del mundo cinematográfico.

Otro controvertido personaje en la película de Paul Thomas Anderson, The Master (2012) lo vuelve a lanzar al estrellato, con nominaciones al Oscar y a los Globos de Oro como mejor actor, y siendo ganador de la Copa Volpi en el Festival de Venecia. El actor triunfa en sus interpretaciones de personajes trastornado, ya sea por obsesiones como por baja autoestima, o por psicopatía.

Después de un bulo en el que aseguraba que dejaba el mundo de la actuación -fue todo un montaje-, en 2013 Joaquin Phoenix protagoniza una película con un guión original y nada convencional. Her , de Spike Jonze, es una mezcla entre ciencia ficción y melodrama romántico, pues el personaje se enamora de una aplicación informática, de una "mujer" virtual, de una voz (la de Scarlett Johansson), y la idealiza en diferentes visiones de mujeres deseables (cameos de Amy Adams y Rooney Mara, su actual pareja en la vida real). Ganó el Oscar a mejor guión original, pero Phoenix no pasó de la nominación a los Globos de Oro. 
Volvió a trabajar con el director Paul Thomas Anderson, en Puro Vicio (2014), haciendo el papel que tan bien se le da: un drogadicto, desaliñado, y mal hablado, trabajando de investigador privado; la antítesis de Humphrey Bogart en el papel de Sam Spade en El halcón maltés. Si os gustan los thrillers un poco gamberros, no dejéis de verla. 




George Clooney
George Clooney

Atractivo, ilustrado, irónico, elegante y con talento. A George Clooney se le ha llegado a considerar el nuevo Cary Grant del cine actual. Se hizo famoso por su papel de Dr. Ross en la serie televisiva Urgencias que estuvo en pantalla durante cuatro años. En los 90 hizo algunas interpretaciones de éxito como Un día inolvidable (junto a una de las actrices más bellas, Michelle Pfeiffer) y personificó la peor versión del héroe volador en Batman y Robin, según la crítica. En 2000 se consolida como una de las grandes estrellas del panorama de Hollywood, y protagoniza La Tormenta perfecta,una adaptación de un libro homónimo de Sebastian Junger, con dirección de Wolfgang Petersen.

Empieza la saga de los chicos de Danny Ocean (papel protagonizado por George Clooney), en Ocean´s Eleven (2001). Es una cinta de acción, comedia y enredo, estafadores y ladrones, y como no, la novia sempiterna (protagonizada por Julia Roberts, la novia de América de los 90). Después hubo dos secuelas más, con los mismos personajes, escenas y gags repetitivos y de baja calidad: Ocean´s Twelve (2004) y Ocean´s 13 (2007).

Ganó el Oscar a mejor actor de reparto por su magnífica actuación de agente de la CIA infiltrado en una trama de empresas petrolíferas en Beirut -basada en hechos reales-. En Syriana (2005), vemos un Clooney diferente, tanto físicamente (más grueso, con barba canosa y aspecto desaliñado) como de registro interpretativo.

A partir de 2002 se une al director Steven Soderberg, y ambos crearán su productora, siendo Clooney el actor de alguna de estas películas y Soderbergh el director. El buen alemán (2006) es una de ellas, basada en un agente de la CIA en el Berlín nazi que tiene que encontrar al novio desaparecido de una mujer con la que había mantenido una relación tiempo atrás. La protagonista es Cate Blanchett, de la que he hablado en otra entrada.

En 2007 tiene un éxito de crítica y vuelve a ser nominado como mejor actor para optar al Oscar en Michael Clayton, de Tony Gilroy. Un papel muy maduro e inteligente en un thriller sobre las corruptelas en los negocios de las grandes empresas.
Syriana

Up in the Air es una película protagonizada por Clooney, y parece que ha quedado en el olvido, pero para mí junto con Los descendientes, es una de sus mejores actuaciones. Aunque parece frívola, es también una reflexión sobre la soledad, la monotonía, incluso, sobre cómo uno quiere seguir viviendo el resto de su vida. Y todo ello pasa en una de las múltiples veces que el protagonista hace escala en un aeropuerto cualquiera. Volvió a ser nominado al Oscar como mejor actor y ganó el premio de la Crítica de Nueva York. 

Pongo punto final con una película que le otorgó el Globo de Oro como Mejor actor, y que es muy recomendable: Los descendientes (2011). A disfrutarla.  


Mat Damon
Matt Damon

Es un actor fluctuante. A veces me da la sensación que queda en segundo plano, como el eterno secundario y en cambio, ha hecho de protagonista en películas de éxito de taquilla, incluídas en esta reseña. 

Hizo un formidable papel en El indomable Will Hunting, junto al malogrado Robin Williams -Oscara a mejor actor de reparto-, y la película ganó el Oscar como mejor guión en 1997, y el actor su primera candidatura como mejor actor, compartiendo el premio con su amigo Ben Affleck, co-autor y guionista de este film. Creo que fue a partir de este momento, que Matt Damon pasó a ser una pequeña estrella que empezaba a brillar en el universo de Hollywood.
La estrella se hizo más grande con su interpretación del cínico asesino Tom Ripley en El talento de Mr Rypley, dirigida por Anthony Minghella en 1999 y co-protagonizada por Jude Law y Gwyneth Paltrow. Le valió la nominación al Globo de Oro como mejor actor. Es un thriller basado en la novela homónima de la escritora Patricia Highsmith. El punto crítico que veo en esta película es que hacia el final, la trama se lía con la aparición de otros personajes, y se hace un poco tediosa.


Como comentaba, hasta que no protagoniza la famosa primera parte de la trilogía de Bourne (2002)-es la única que he visto-, Damon hizo papeles secundarios en varias ocasiones, siendo uno más del elenco en films que fueron éxito de taquilla. Esto constata que le ha costado conseguir una madurez interpretativa para hacer de protagonista principal en películas de diferente temática. Le han encasillado en un rol de tipo duro, bien porque en comedia está muy impostado, o porque le faltaba experiencia para lucirse en filmes de corte dramático. La verdad es que me es difícil verlo como un gran actor.

En El secreto de los Hermanos Grimm (Terry Gilliam, 2005), actúa junto al malogrado Heath Ledger. Es una mezcla entre fantasía y comedia, y basada en la bibliografía de los famosos hermanos escritores de Kassel, Wilhem y Jacob Grimm, autores de los cuentos más famosos de la literatura infantil (amen de Perrault y Andersen). Ni Damon ni Ledger están en sus mejores papeles, más bien parecen que hayan ido a una fiesta de disfraces y hayan tomado algunas copas de más. 



Robert De Niro dirige El buen pastor en 2006, y rescata a Matt Damon, dándole un papel protagonista diferente a los anteriores. Aquí podía desarrollar un registro más dramático, intelectual y serio, como el que había interpretado años atrás haciendo de Will Hunting. La co-protagonista es Angelina Jolie, y la reseña la encontraréis en Actrices principales en las películas del s xxi

Diez años después de su gran éxito con El indomable Will Hunting, en 2009 Damon consigue volver a posicionarse como un gran actor dramático, gracias a su papel en la película de Clint Eastwood (basada en el libro de John Carlin), Invictus. El film cuenta la historia verídica de Nelson Mandela (gran actuación de uno de los grandes, Morgan Freeman), y su empeño de unificar el país, que ya había salido del apartheid, a través del deporte por excelencia que es el rugby. Y lo hace con la ayuda del capitán del equipo representativo de Sudáfrica, François Pienaar (Damon).
El actor fue nominado al Globo de Oro como mejor actor y al Oscar como actor de reparto.
Invictus

En 2010 vuelve a repetir con Eastwood en Más allá de la vida, pero en esta ocasión, la película no tuvo el éxito de otras obras de este reconocido actor y director. Eso sí, el papel transcendental y reservado que representa Matt Damon le iba como anillo al dedo.

Después, lo he vuelto a ver como parte del elenco de otras películas. Se hizo superfluo, tantas subidas y bajadas, y resulta que cuando consigue el Globo de Oro por The Martian, ni siquiera la había visto (y no creo que lo haga). Actor relevante pero poco deslumbrante. 

Ewan McGregor

Otro ejemplo de que el prestigio y la profesionalidad no dependen de lo que ganas ni tampoco de si formas parte del mundo hoollywoodiense. 
Un escocés que bajó una montaña y subió a la colina del reconocimiento como estrella, pasando por películas independientes, obras teatrales, y sin ínfulas de ser el actor más famoso del mundo. Pero sin ser su pretensión, ha llegado a formar parte de la lista de actores relevantes del cine XXI. A pesar de su fama, él sigue siendo tan natural como quiere ser, y reinvidica que es más músico que actor. No ha hecho récords de taquilla, ni falta que le hace. Ni se ha encasillado,y no le ha importado teñirse de rubio,salir en cueros,o ser un personaje extravagante. Polifacético, embriagador, buen cantante y músico. Ewan McGregor, no se puede pedir más. 

La popularidad -y un BAFTA- llegó con su papel de heroinómano desfasado en la película de Danny Boyle, que ya es un hito, Trainspotting (1996), y el reconocimiento como estrella lo obtuvo en su papel de Obi-wan Kenobi-¿se acuerdan de Alec Guiness?- en la primera precuela de la trilogía Star Wars. La amenaza fantasma (1999).

Moulin Rouge! le dio la oportunidad de mostrar al público sus dotes de cantante, y enamorar a una Nicole Kidman, co-protagonista del film de Baz Luhrman. 

He hecho una reseña de esta película en la entrada Mis mejores películas asiáticas s xxi, ya que Australia está dentro de la categoría Cine Asia.

Ha trabajado con destacados directores, entre los que no podía faltar Tim Burton. El film Big Fish (2003), una alegoría que mezcla el drama familiar con la fantasía. McGregor nos narra la historia de su personaje, haciendo un flashback y trasladándonos a un pasado, donde empieza sus andanzas, y a cada paso del tiempo la historia es más increíble, más fantasiosa, más "tim burtiniana". Todo ello encierra el verdadero drama de un hombre (papel que realiza el actor Albert Finney) que ya está en sus últimos momentos de la vida y quiere reconciliarse con su hijo. 

En 2007 Woody Allen le dio un papel en El sueño de Cassandra, una película entre el drama y el thriller, co-protagonizada por el irlandés Colin Farrell.

Te quiero, Philip Morris! es una película en la que muestra su faceta cómica y sensible, haciendo de un homosexual del que se enamora locamente el protagonista, Jim Carrey que está formidable en su papel de un hombre casado que ha salido del armario, deja a la esposa y vive una nueva vida, pero es un estafador y ladrón, y acaba en la cárcel. Allí se enamora de un preso, Philip Morris (papel que interpreta McGregor) y cuando éste es trasladado a otra prisión, el personaje de Carrey hace toda clase de fechorías para poder estar siempre cerca de su amado encarcelado. Está basada en la vida real de Steven Russell.

Dos películas de registro diferente, le dieron popularidad en 2010. Roman Polanski lo dirigió en un thriller político, El escritor. Ganó el Premio del cine europeo como mejor actor. 
Y ese mismo año interpretó el papel de Hal, el hijo de un hombre de 75 años (Christopher Plummer, que ganó el Oscar a mejor actor de reparto) que le confiesa su homosexualidad, y tiene que empezar de nuevo. McGregor es huérfano de madre y tiene que aprender a convivir con su padre que de repente le dice que es gay. El padre muere, y Hal conoce a Anna (Melanie Laurent), la cual tiene dificultades de tener relaciones sentimentales debido a un trauma familiar. Ambos tendrán que aprender a amar. Todos son unos principiantes. De ahí el titulo de la película, Beginners. Muy recomendable.

Philip Seymour Hoffmann

Uno de los grandes actores de este siglo que nos dejó muy pronto. Su adicción a la heroína acabó con su vida y con una carrera llena de éxitos, premios y un público -en el que me incluyo- que lo admirábamos cada vez que salía en pantalla. 
Con una fuerza interpretativa y una personalidad carismática, Philip Seymour Hoffman se ganó a la crítica y fue nominado cuatro veces al Oscar como mejor actor de reparto. Ganó el Oscar como mejor actor por su papel del escritor Truman Capote. 

Mayoritariamente, sus papeles eran secundarios, pero también ha sido protagonista principal de filmes independientes, colaborando en varias ocasiones con el director Paul Thomas Anderson, y se ha comido en algunas ocasiones con su talento y perfeccionismo al actor principal: por ejemplo, en Boogie Nights (1997),con dirección de Paul Thomas Anderson, sobrepasa al actor William H. Macy en una película controvertida sobre el mundo del porno, haciendo de técnico de sonido gay para películas de adultos. Casi igualando el protagonismo de Julianne Moore, como actriz principal.

Con el mismo director, vuelve a tener un papel fundamental en Magnolia (1999), una de mis películas indie preferidas. Es un film coral de 9 historias diferentes (una es la del infermero, interpretado por el actor, pero que acaban confluyendo unas con las otras, como los pétalos de esta flor (lo mejor, la lluvia de ranas).

Por su sensibilidad y por su entrega en cada actuación, Seymour Hoffman ha hecho personajes vulnerables, problemáticos, psicológicamente reprimidos, como en Happiness (1998) de Tod Solondz o en La duda, interpretada por la gran Meryl Streep, y en la que el actor se alínea en su papel de un presunto cura pederasta, al nivel de la actriz protagonista. Fue nominado al Oscar y al Globo de Oro como mejor actor de reparto.

Como actor principal, lo he podido ver en cuatro buenas películas, la mayoría indies, ya que es un tipo de cine que me apasiona por encima del comercial. En 2007 gana el Premio Independent Spirit en La familia Savages, bajo la dirección de Tamara Jenkins, donde hace un papel de un hijo adulto que ha de cuidar del padre moribundo al cual no había visto en años, y reencontrarse con su hermana (Laura Linney), con la que tendrá que lidiar aspectos inconclusos de su pasado. Ese mismo año, protagonizó un thriller con una carga dramática y emocional muy fuerte: Antes que el diablo sepa que has muerto (2007), un filme de Sydney Lumet, puro cine negro del siglo XXI, con unas grandes actuaciones.
Su papel del ideólogo de la Iglesia de la Cienciología, le valió la nominación al Oscar y al Globo de Oro como mejor actor de reparto, aunque para mi supera la interpretación de Joaquin Phoenix, el actor principal de The Master (del que ya he hecho una reseña en esta misma entrada).

El último concierto fue la última película en la que vi actuar a Philip Seymour Hoffman en 2012. Creo en las pequeñas señales cotidianas, y el título parece un presagio del final del actor. Con un elenco de buenos artistas, como Christopher Walken, Catherine Keener, y él mismo, es un drama de un grupo de músicos de cuerda a los que les une su formación como cuarteto desde hace años, pero llega un momento crítico que han de ir aceptando sus diferencias y los maltragos de la vida, ajenos al control humano.
In memoriam, Philip Seymour Hoffman.

Will Smith
Will Smith

Destaca por su prolífica carrera en Hollywood -en un año estrenó cuatro películas consecutivas-, y su empeño en ganarse a la crítica como actor y no encasillarse como un rapero más. Will Smith ha conseguido su objetivo, pasando de ser el "Príncipe de Bel-Air" de los 90 a un actor muy cotizado, con éxito mundial de taquilla, y obteniendo nominaciones a los premios más preciados del mundo cinematográfico. Ha ganado cuatro Grammys por sus composiciones de rap.
Su relevancia es mayoritariamente económica, ya que ha alcanzado cifras astronómicas de recaudación en las películas que ha protagonizado, aunque no estuviesen entre las mejores películas que hay que ver antes de morir. Ocho de estos filmes suman más de 100 millones de dólares de taquilla a nivel nacional. Entre estos, mencionar la saga de Hombres de Negro junto a Tommy Lee Jones -la primera se estrenó en 1997, y ganó el Oscar a mejor maquillaje; en 2002 vi la segunda entrega, y ya tuve suficiente-; 

otro taquillazo de 2004 fue Yo, Robot (película que he introducido en la entrada Robots protagonistas en las películas); en Hitch, especialista en ligues (2005), Will Smith vuelve a hacer su papel de burlón guaperas, y consigue ponerse en el número quince de taquilla de todo el año. 

Y por fin, un papel dramático -pocos se lo hubiesen imaginado- le dio la opción de estar nominado para el Oscar a mejor actor en 2006, por su interpretación de un padre que se tiene que hacer cargo de su hijo, y sobrevivir a base de vender aspiradores a puerta fría. Está basada en la historia real de Chris Gardner, que acabó siendo bróker en Wall Street, gracias a que tenia talento para las ventas, y tuvo quien creyó en él y le aconsejó estudiar en la Universidad a la par que trabajaba y cuidaba a su niño. Pasó del infierno a encontrar la gloria. De ahí el título de la película, En busca de la felicidad. Will Smith nos había hecho reír y sorprendentemente, ahora apreciábamos que también sabía tocarnos la parte sentimental. Como dato anecdótico, el niño que hace el papel del hijo del protagonista, es Jaden Smith, su hijo en la vida real. 


En 2008, el director Gabrielle Muccino le dio un papel en otra película de caracter dramático: Siete almas. Smith, que ya había trabajado con él protagonizando En busca de la felicidad, lo aceptó. Buena interpretación fuera de lo común, con un guión que navega entre el psicothriller y el drama.
De vuelta a otras dos cintas -incluidas en las ocho que dieron más recaudación y éxito de taquilla al actor: una es Soy leyenda (2007) y Hanckock (2008). Dos películas nuevamente de ciencia-ficción, personajes solitarios, duros, enfrentados a un futuro apocalíptico. Indudablemente, son los papeles con los que ha cosechado mayores rendimientos económicos y fama internacional. 

En 2015 La vida duele fue la última película que he visto, donde Will Smith deja de lado los típicos personajes de ficción, e interpreta un papel basado en hechos reales. Por su papel del Dr. Bennet Omalu, que descubrió que algunos famosos jugadores de fútbol americano sufrieron graves secuelas por los traumatismos por golpes en la cabeza -el síndrome postconmoción cerebral-, y llevó estos casos a los tribunales de justicia. Fue nominado como mejor actor para el Globo de Oro.


Después de varias nominaciones, el actor acaba de ganar hoy 28 de marzo de 2022 el Oscar a Mejor actor en su papel protágonico como el padre de las tenistas Serena y Venus Williams, en la película El método Williams, un biopic sobre los inicios de las campeonas norteamericanas de gran slalom, Serena Williams y su hermana Venus, gracias a la metodología y perseverancia de su padre, Richard Williams (papel de Will Smith). 

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