Damas del teatro convertidas en famosas actrices de cine

Todos ellas tienen tablas, y con ello me refiero a que empezaron su profesión artística pisando los escenarios teatrales, y triunfando en los mejores teatros de Londres -alguna sigue compaginando cine y teatro hoy en día-

Nacidas en el Reino Unido, las actrices que os introduzco en esta entrada se han convertido con los años en estrellas internacionales, siendo reconocidas con nominaciones tanto a los Oscars como a los Globos de Oro como grandes actrices de cine: Damas del teatro, Estrellas en el universo hollywoodiense. 

DAME EMMA THOMPSON

Dicen que "De casta le viene al galgo", y Emma Thompson provenía de una familia de actrices y directores británicos -su madre, Phillida Lloyd, llegó a actuar con ella en algunas conocidas películas, y su padre era director teatral-. 
Es evidente, que aunque estudió Filología inglesa en la Universidad de Cambridge, había nacido para ser una dama teatral, y fue en los escenarios del West End londinense donde la actriz desarrolló su talento, y empezó a cosechar éxitos y fue descubierta por la BBC para hacer un programa televisivo familiar, junto a su madre y su hermana, Sophie (Show Thompson).

La primera película en la que pude ver su talento cómico, su expresividad, su carismática y arrolladora personalidad (una mujer de grandes rasgos faciales, ojos azules, y también de altura) fue en Los amigos de Peter (1991), un melodrama dirigido y producido por el que se convirtió en su esposo y compañero de profesión, Kenneth Branagh. En este filme cien por cien británico, aparece también un desconocido y apocado Hug Laurie, que después se hizo muy popular por su papel de Doctor Gregory House en la serie televisiva "House". 

Es una película sobre la verdadera amistad, que está por encima de todo lo demás, y que es más fuerte cuanto más problemas plantean los personajes que forman este grupo coral en el drama. Destaca su banda sonora, con canciones de los años 80, de Bruce Springteen, pasando por Pretenders, Cindy Lauper, Queen y Tina Turner.

Emma Thompson ganó su primer y único Oscar como Mejor actriz de la mano del director James Ivory, en una nueva adaptación de la novela clásica Regreso a Howard End -película de 1993 que no he tenido ocasión de ver, y por tanto, poco puedo decir sobre su actuación, aunque imagino que sería formidable-. Fue Ivory quien la encumbró en el mundo de Hollywood con esta y con su siguiente película, Lo que queda del día (1993), en la que vuelve a hacer un papel muy a su medida: una ama de llaves victoriana, la señora Kenser, que ha de ser recta y perfecta, pero a la misma vez, el amor apasionado que siente por su partenaire en la película -papel que representó magistralmente Anthony Hopkins- la atormenta en silencio, sin saber que lo mismo le sucede al mayordomo Stevens (Hopkins). Un amor que nunca se encuentra, por más veces que sus personajes recorren juntos los pasillos de la gran mansión. Se nota que Thompson tiene un don para la gesticulación y para los soliloquios.

Ese mismo año, vi otra película que co-protagonizó Thompson junto a Branagh, contando con un elenco de famosos actores de Hollywood (Denzel Washington, Keanu Reeves, Michael Keaton, entre otros); Branagh lleva a Shakespeare al cine, dirigiendo esta obra del bardo, Mucho ruido y pocas nueces. Podréis encontrar más información de esta película en la entrada 12 adaptaciones de Shakespeare en blog. La actriz ya había hecho esta misma obra en los escenarios en los 80, dirigida por otra famosa actriz británica, Judi Dench.

Como se le daban tan bien los papeles de mujer juiciosa y a la vez, emotiva, en el ámbito de las novelas de época, el director Ang Lee le dio la oportunidad en 1995 de ser la protagonista de su filme Sentido y sensibilidad, basado en la novela homónima de Jane Austen. Su actuación fue muy aclamada, y además, compartió éxito con otra actriz inglesa, Kate Winslet, ganadora del premio BAFTA a mejor actriz de reparto, en su papel de hermana pequeña en la ficción de Emma Thompson. La película se llevó el Oscar al mejor guión, escrito por la propia Thompson, pero ella no se llevó la estatuilla como mejor actriz. No se fue con las manos vacías, ya que además ganó el BAFTA como mejor actriz. 

En 1997 realiza un drama junto a su madre, la actriz Phillyda Lloyd, sobre una mujer en la madurez que queda viuda y pretender irse a vivir a Australia, pero tendrá que convencer a su madre que lucha para que se quede junto a ella, y su hijo adolescente. El invitado de invierno, está basada en una obra teatral británica. En la cinta, Emma Thompson y Phillyda Lloyd hacen el papel de madre e hija también, y sobresale la interacción entre ellas, su propia soledad, el regreso de la hija con un nieto, y de fondo, el mar de Escocia.

En 2006 protagoniza un filme infantil, del cual será guionista: Nanny McPhee (en España, La niñera mágica). Al más puro estilo de La bruja novata, protagonizada por Angela Lansbury (actriz que tiene un papel en esta cinta). Lo mejor es su caracterización de niñera fea con verruga horrible y los efectos especiales que divertirán a pequeños y no tan pequeños. 

La última obra protagonizada por Emma Thompson que he visto fue en 2013 -hablo de cine, pues recientemente, la he podido disfrutar en la serie Years an Years (2019)-: Saving Mr Banks, junto a Tom Hanks. Es una historia real, la de Pamela L. Travers, autora de la novela Mary Poppins, y su encuentro con Walt Disney (Hanks) que deseaba los derechos de la obra para convertirla en el mítico filme musical de los años 60. Hace un buen papel como una mujer testaruda, con un drama a sus espaldas no superado desde la infancia. 

Emma Thompson ha realizado papeles secundarios en filmes vistos, como En el nombre del padre, Love Actually, Una educación, o Soy Leyenda.

TILDA SWINTON
Nacida en Londres con ascendencia escocesa, la iconoclasta actriz Katherine Matilda Swinton -Swilda para sus amigos- se graduó en Ciencias políticas (sus ancestros son políticos, militares, nobles) y se interesó en el mundo del Arte dramático y también de las Bellas Artes, iniciando su carrera en la Royal Shakespeare Company. Y después, su despegue en el mundo cinematográfico independiente. 
Reconozco que no he visto gran parte de sus interpretaciones, pero en las películas que Tilda tiene un papel claramente protagónico, su presencia es relevante, con su aspecto regio y casi andrógino. 

En Constantine, la actriz realiza un papel asexuado, un arcángel con forma humana y luminosa, Gabriel, junto a un "renacido entre los muertos" llamado Constantine (papel de Keanu Reeves) en plena guerra entre demonios y ángeles. Una película que mezcla la ciencia ficción, con la fantasía, y la acción. Nada del otro mundo (terrenal).

En 2007 gana su primer Oscar como mejor actriz de reparto (además del BAFTA) por su fantástica actuación de abogada implacable e insobornable, pero a la vez mentirosa y defensora de empresas corruptas, junto a George Clooney, que hace el papel protagonista en Michael Clayton. Un thriller muy bien planteado, dirigido por Tony Gilroy, en el que se inicia la historia del personaje interpretado por Clooney -un abogado ludópata de causas perdidas- que a raíz de un grave suceso, hace un flasback, y se va desarrollando la trama de la cinta. Su grandes dotes dramáticas le hacen ser una actriz camaleónica: Swinton puede ser tanto una dulce figura angelical como una pérfida, demoníaca o cruda presencia en la gran pantalla.

Tuve la suerte de encontrar una buena película, Tenemos que hablar de Kevin (2011), en la que la actriz hace de una madre de 40 años, de un adolescente con un grave trastorno de personalidad antisocial, que le lleva a un final con consecuencias muy trágicas. De hecho, la conducta del hijo (papel del actor Ezra Miller) se debe a la inmadurez y pocas ganas de ser madre que tenía la protagonista, Eva; cuando se queda embarazada de su primer vástago, no sabe ni soporta cuidar y tirar adelante un niño sensible e irritable. Eva se convierte en una mujer amargada y lo paga con el bebé. Cuanto más avanza el filme, se prevé que las cosas acabarán como el rosario de la aurora. Os la recomiendo. 


Junto a otro actor de nueva generación inglés, Benedict Cumberbatch, aparece en la primera entrega de la versión de un cómic, Dr. Strange en 2016. Tilda Swinton vuelve a ser esa mezcla entre un ser mágico, aparentemente andrógina, y de apariencia poco convencional. Pero es que así se siente muy cómoda esta gran actriz que seguirá dando que hablar. 

Otras actuaciones: El curioso caso de Benjamin Button, El Gran Hotel Bucarest, y Quemar después de leer.

HELENA BONHAM CARTER
Al igual que Tilda Swinton, la actriz británica, musa de Tim Burton (con el que mantuvo una relación sentimental), viene de alta cuna, ya que su familia forma parte de la nobleza inglesa. Se dio a conocer primero en programas televisivos, pero su reconocimiento a nivel internacional lo consiguió con su interpretación de Lucy Honeychurch, la protagonista de la novela clásica de E. M. Forster, Una habitación con vistas -he tenido el placer de leer el libro y ver la película de James Ivory en 1986, (ganadora de tres Oscars por el guión, vestuario y Mejor diseño de producción)-, y a pesar de ser de temática romántica, la actriz está bellísima y brilla por sí sola en este melodrama de época. Ademas, cuenta con un elenco de famosos, como es el caso de Dame Maggie Smith y Judi Dench, que bien vale la pena tener en cuenta. Sus dotes para el drama ya se vieron reflejados en su forma de expresar los sentimientos femeninos, pudiendo ser desde cándida hasta una bruja perversa. Particularmente, me chifla su pelo rizado, alborotado y fuerte como su personalidad. 

No podía faltar su aparición en un filme shakespeariano, y así fue. En 1990, el director Franco Zeffirelli le ofreció el papel de la enamorada y loca de amor por Hamlet, Ofelia, en la película sobre la mundialmente famosa obra literaria del gran poeta y dramaturgo inglés universal. Junto con el actor Mel Gibson, que realizó el papel principal de Hamlet, se mueve por la escena, como pez en el agua, en los momentos en que la locura se apodera de ella, y va vagando por los pasillos, anhelando el amor perdido, luchando con sus fantasmas interiores.

Woody Allen dirigió a Bonham Carter en Poderosa Afrodita (1995), en dónde la actriz ya estaba consolidada en el mundo hollywoodiense, y trabajar con el gran director neoyorkino aún le dio más fama. Su papel era de carácter secundario, ya que Mira Sorvino y el mismo Allen son los que llevan la voz cantante del argumento. De todas formas, no podía dejar de hacer mención a su interpretación de este filme con características edípicas. 

Después de diversos papeles dentro del elenco de buenas películas, como El club de la Lucha, convertida hoy en cinta de culto; Charlie y la fábrica de chocolate (2003), remake interpretado por Johnny Depp y dirigida por el que ya era su pareja, Tim Burton, y con el que también trabajaría en Big Fish, volvió a hacer un papel global, cantando, realizando una fantástica actuación teatral, un personaje maligno, en la adaptación a la gran pantalla del musical Sweeney Todd, el barbero diábolico de la calle Fleet en 2007, nuevamente compartiendo estrellato con el no menos polifacético Johnny Depp. Una Mrs Lovett que es el demonio en persona, y la actriz le da un carisma terroríficamente excéntrico. 
En 2010 ganó un BAFTA como mejor actriz de reparto por su interpretación de Isabel Bowles-Lion (la fallecida reina madre de Gran Bretaña) y esposa del rey Jorge VI, que tuvo que reinar obligado por la abdicación de su hermano mayor, Eduardo VIII. El discurso del rey es una divertida historia biográfica, con toques melodramáticos, que nos cuenta la poca preparación que tenía el rey para ser monarca -un papel que le valió un Oscar a mejor actor al también británico Colin Firth-, debido a su introversión y también a su tartamudez. Su esposa, Isabel (la madre de la actual reina Isabel II), le convenció que debía tomar clases de dicción para hacer sus discursos con un buen logopeda (papel que encarna el actor australiano, Geoffrey Rush). Una película que recibió el Oscar a mejor filme, mejor guión, mejor actor Colin Firth y a su director, Tom Hopper. 

Otra de las películas en las que me ha gustado Helena Bonham Carter es en Sufragette (2016), en la que interpreta a una de las mujeres reinvindicativas del movimiento por el sufragio femenino en Inglaterra a finales del S. XIX, y que fueron perseverantes, recibiendo castigos, cárcel e incluso, alguna de ellas murió en la lucha. De este filme hablo en la entrada dedicada a una Carey Mulligan, que también aparece como protagonista de Las Sufragistas.

Otras películas que he visto en las que la actriz tiene un papel secundario son: Big Fish, El llanero solitario, Cenicienta y El extraordinario viaje de T. S. Spievet.

EMILY WATSON

Nacida en Londres, Emily Watson Inició su carrera en las tablas e ingresó a la Compañía Real de Teatro de Shakespeare en 1992. 

La vi por vez primera en Rompiendo las olas, una película controvertida como todas las del director Lars Von Trier. En 1996 protagonizaba este filme danés, junto a Stellan Skarsgard, realizando una difícil y espléndida actuación de mujer que se sobrepone a su puritana sociedad por el amor del hombre con quien se ha casado, siendo tratada de vulgar, loca y prostituta. Pero para ella, nada tiene importancia, solo la curación de su esposo, aunque sea infringiéndose daño a ella misma, hasta la tragedia final. Watson fue nominada al Oscar como mejor actriz y a los Globos de Oro, ganando el Premio de los críticos de Los Angeles. 

Uno de sus grandes papeles, que le volvió a encumbrar a la cima de las nominaciones de los Oscar en 1998, fue el de Jaqueline Du pré en Hilary y Jackie. Dirigida por Anand Tucker, es un biopic dramático sobre esta violoncelista y su difícil relación con su hermana, también música, Hilary (Rachel Griffiths), debido a la popularidad que consiguió Jackie en detrimento a su hermana. Su matrimonio controvertido con el director y compositor Daniel Barenboim, y su fatal diagnóstico de esclerosis múltiple, que le obligó a abandonar su carrera profesional, y que fue deteriorando sus relaciones y todo lo que le quedó de vida. 
En Las cenizas de Ángela, Emily Watson se pone en la piel de una abnegada esposa y madre de familia, con un marido borracho y maltratador, en una irlanda pobre, en los años 30, tirando adelante la familia, y viendo como el patriarca se gasta todo el poco salario semanal en alcohol. Todo ello, narrado por el hijo mayor de la familia. Está basada en una best-seller autobiográfico del escritor irlandés Frank McCourt.

Recientemente, ha sido protagonista en dos series, realizando un papel secundario, pero no menos relevante, y que son dos joyas que hay que ver: Apple Three Yard, y el gran éxito del 2019, Chernobyl.

Ha hecho de co-protagonista en La defenas Luzhin, Gosford Park, y Laberinto de mentiras. 

JULIA ORMOND

A veces hay actrices que pasan más desapercibidas, como es el caso de Julia Ormond, pero ha protagonizado películas con altas recaudaciones de taquilla. Es también, como las anteriores actrices de las que os he hablado, una inglesa de pura cepa que viene del mundo del teatro. 

Estudió Arte Dramático en la Webber Douglas Academy of Dramatic Art de Londres y enseguida tuvo éxito con obras como El Crisol, Cumbres borrascosas, llegando a ganar un premio que otorga la crítica Dramática de Londres a mejor actriz revelación.

Trabajó en televisión, compaginando con sus actuaciones en los escenarios, y se hizo famosa a nivel internacional en su aparición en la gran pantalla en Leyendas de pasión, protagonizada por Brad Pitt y Sir Anthony Hopkins. Es un drama romántico, dirigido por Edward Zwick en 1994. La actriz tiene un papel secundario, como una hermosa mujer, prometida de uno de los tres hijos de la familia, y que con su llegada a la casa crea un desencuentro entre los cuatro, ya que los tres se enamoran de ella, y el padre ve el desastre de forma clarividente. El único hijo que se aleja de la desgracia -pero que acaba encontrando otra- para olvidar será Tristan (papel de Brad Pitt). No hay que decir que todo este lío amoroso, envidias y demás, acaba como estaba pronosticado. 
En 1995 realiza el remake de la película Sabrina -Audrey Hepburn protagonizó la primera versión en 1954, con gran acierto-. 

Pero, por desgracia, en esta adaptación los actores no tienen ni el carisma de la gran Hepburn, en el caso de Ormond, y menos el de Humphrey Bogart, que en esta nueva versión recoge el listón un soso Harrison Ford, que no le pega nada el personaje del huraño Linus Larrabee que bordó Bogart casi cuarenta años antes.  

Julia Ormond no se ha encasillado en papeles de chica guapa, que está allí para deleite de los machitos, sino que también la hemos visto como protagonista única en thrillers de acción. Uno de los que me gustó y que vale la pena reseñar es Smilla, misterio en la nieve.
Esta cinta de 1997, dirigida por Bille August, es danesa, y posiblemente no sea conocida internacionalmente, a diferencia de las que se producen como salchichas en Hollywood, por eso aún me gusta más. Smila, que es una asistenta social infantil, investiga la extraña muerte de uno de sus pequeños protegidos días antes de Navidad, debido a la indiferencia glacial de la policía -nunca mejor dicho, pues todo sucede en escenarios nevados y fríos-. El calor lo pone Ormond con su actuación y su sensualidad.

Otros títulos donde tiene un papel importante: El curioso caso de Benjamín Button, My Week With Marilyn, Cautivos, El último caballero; Regreso a Howards End y Mad Men (estas dos últimas, series de TV).

HELEN MIRREN
Con casi 75 años, la actriz británica Helen Mirren sigue cosechando éxitos y ganando premios en el presente, gracias a su fuerte personalidad y un atractivo arrollador delante de la cámara. Siempre me ha parecido una gata salvaje, muy erótica, con esos hermosos ojos azul-verdes, y su rubia melena. Y es que en algo se ha de notar su ascendencia rusa: belleza enigmática de la mujer de las estepas.

En los años 60 alcanzó sus cotas de popularidad en el teatro británico, y evidentemente, no dejó escapar el papel de la perversa Lady Macbeth en el National Youth Theatre. 
En los primeros papeles en el cine, hizo adaptaciones de las obras de Shakespeare, pero yo la vi por vez primera en Excalibur (1981), una versión cinematográfica de la leyenda del rey Arturo, sus caballeros de la mesa redonda, Merlín, y el Santo Grial. Una película que para transcurrir en la era pre-medieval tiene unos toques muy modernos, psicodélicos, con efectos calidoscópicos, brillos y espejos, oscurantista, hiperrealista, con un vestuario clásico-punk, escenas subidas de tono, con personajes que son muy apasionados en sus comportamientos; y allí aparece Helen Mirren, la fata Morgana La Fey más erótica, destructora, maligna, y mejor interpretada que he visto hasta el momento.


No fue hasta el años 1990 que vi una película en la que la actriz hacía nuevamente de mujer con instintos sadomasoquistas, junto a su perverso partenaire -interpretado por el actor Christopher Walken-. Un thriller que pasa del drama de una pareja con problemas conyugales a un thriller en donde el placer macabro de unos desconocidos, se convierte en asesinato.

Participó en 2001 al igual que Emily Watson en la película coral del gran director Robert Altman, Gosford Park, y su papel de ama de llaves de la mansión donde se hospedan todos los personajes, y al más puro estilo Agatha Christie se cierne entre ellos la sospecha de que uno de ellos es un asesino, le valió una nominación a los Oscars como actriz de reparto, ganando el premio del Sindicato de Actores. 

Como actriz de comedia, ha trabajado en dos películas inglesas y también sabe ofrecer su sentido del humor irónico, siempre con una gran sonrisa: Las chicas del calendario (2003) y Un viaje de diez metros (2014).

Ganó un Oscar por su interpretación de Isabel II en The Queen (2006), pero no he visto este filme, por lo que no puedo dar ninguna opinión al respecto.

En 2010 es una espía del Mossad en La deuda. Su reseña está en la entrada Películas del s. xxi que empiezan por L



Junto a Anthony Hopkins interpreta a la esposa del gran director de suspense, Hitchcock (2012), Alma Reville. 
La película se centra en los meses del rodaje de Psicosis, y los inconvenientes y críticas que tuvo para poder realizar esta obra, que se ha convertido en uno de los clásicos del cine de thriller psicológico. 

La última cinta en la que he visto actuar a la actriz en el años 2015 ha sido Espías desde el cielo
La coronel Katherine Powell (Helen Mirren), una oficial de la inteligencia militar británica, lidera una operación secreta para capturar a un grupo de terroristas en Kenia. Los terroristas están en una misión suicida, ella debe cambiar sus planes de 'capturar' por 'matar'. En el momento que da la orden de destruir el refugio donde se hallan los terroristas una niña de nueve años ingresa en la zona donde podría ser herida.

Helen Mirren sigue realizando su gran pasión, el teatro y en 2020 la veremos en la gran pantalla. Ella tiene poder, talento y belleza. Por muchos años!

Comentarios